Yo también fui emigrante hace medio siglo. Pero no como los jóvenes de ahora que sois emigrantes durante años o durante toda la la vida algunos. Yo solamente lo fui durante dos veranos cuando era estudiante universitario, para ganar unos dineros y pagarme la pensión en Salamanca. Cuando se es emigrante se siente más la bandera y el himno. No sé por qué. Hasta los de los pueblos en los que había "apedreas" entre los chavales del barrio de arriba contra los del barrio de abajo, se sienten íntimos amigos fuera de España. Me gusta este post.
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