Para lograr el éxito en la vida, se debe tener un ideal o visión suprema como los alpinistas en su carrera por llegar a la cúspide. En todo momento, debemos buscar la perfección como personas y de esta manera lograr una vida excelente. Que nos lleve hacia una vida mejor llena de felicidad, triunfos y prosperidad. Es por ello, que siempre debemos tener una noble ambición o sueño por realizar. Parra llegar a este ideal, se debe aplicar un esfuerzo con mucha energía y constancia que no se desvíe de los objetivos trazados.
La población en general, en lo que se refiere a su carácter o personalidad, se encuentra dividida en personas que se comportan como el resto y hace lo que ve hacer a los demás. No tiene convicciones propias y una personalidad no desarrollada. Por otra parte, tenemos las personas que no se dejan absorber por el ambiente, el que no quiere ser mediocre y se prepara en la educación y la formación. El que tiene convicciones, normas de conducta y tiene aspiraciones en la vida. Este es el verdadero sentido de la vida para lograr la felicidad, la paz y la prosperidad. Tener una vida de satisfacción es lo más gratificante en el ser humano.
Cuando se habla del ideal supremo, no podemos dejar de mencionar la juventud. Es en esta época cuando afloran los mejores ideales o visiones de los sueños de las personas. En esta etapa es cuando el cuerpo, la mente y el alma producen las mejores ideas.
La personalidad o el carácter, es como la construcción de un edificio, si se utilizan materiales de baja calidad por su puesto esta no soportará el peso de la tremenda estructura. Esta, debe ser fuerte para soportar toda la vida las vicisitudes de la existencia y tener la capacidad de resolver los problemas. Desde niños, tenemos que asegurarnos de diseñar un plano o una hoja de ruta para nuestros pequeños, que nos permita ir cumpliendo cada etapa de esta edificación.
El objetivo final de esta construcción, es formar hombres y mujeres honestos, responsables, y con una rectitud en el diario actuar. Personas que ni se compren ni se vendan, que sean leales en las organizaciones a las que llegue a pertenecer.
Para finalizar, debemos tener claro que la personalidad o el carácter no se heredan, sino que se forman con una buena educación, orientación de los padres, personas del entorno del niño y adolescente, y por el propio esfuerzo de la persona.
El camino al éxito, estará bien encaminado cuando todo esto sucede, nada es al asar. Es una planificación deliberada que dará sus frutos en el tiempo. Por lo tanto, preocupémonos por edificar en nuestros hijos el carácter apropiado que lo lleve a la felicidad.
Estimados steemianos, espero les halla gustado este post que tiene la finalidad de orientar a las personas en la crianza de los hijos y prepararlos para afrontar la vida de manera inteligente y valiente. Si les gusto pueden hacer sus comentarios y no olviden en presionar el botón Upvote.
Saludos, @jgparrab