Saludos para todos lo que pasean por mi blog, he decidido contarles un poco de lo que fue mi paseo por Aragua.
Desde siempre mi papá ha tenido la costumbre de no planificar (ni siquiera el tenerme a mí fue planificado, cabe destacar), normalmente llama para que mi hermano y yo hagamos maletas y nos vayamos algún rincón del país donde él quiera llevarnos.
Así fue esta ultima vez, nos llamó el sábado a las 8:00 a.m (Hora de Venezuela) y nos pidió que arregláramos el bolso y metiéramos nuestro respectivo traje de baño, llegó a buscarnos aproximadamente una hora después. Nos subimos en la camioneta, colocamos algo de música porque ya sabíamos que el viaje era largo, nos sorprendió el hecho de que hubiese agarrado la autopista regional del centro, esa que dirige al llano y conecta a la capital con el oriente del país.
Mientras íbamos en la vía, nos cansamos de preguntarle a donde nos dirigíamos y como es de esperarse, nunca respondió; en eso cruzamos hacia Maracay, pasamos la ciudad y unos cuantos pueblos, nos introducimos en la montaña, subiendo y bajando cerros esperando llegar al tan misterioso destino.
Empezamos a cruzar ríos y quebradas que pasaban en medio de la carretera, una que otra casa escondida entre tantos árboles, hasta que por fin, mi papá detuvo la camioneta en la entrada a un hermoso río; pensé que nos detendríamos allí, para bañarnos y disfrutar el paisaje, pero no... mi papá ha metido la camioneta dentro del río, aprovechando que este no era tan profundo, a baja velocidad para no revolver mucho la tierra y así se mantuviese limpio.
Empezó a conducir a través del cauce de este, donde no hubiesen piedras ni animales, hasta que llegamos donde ya las piedras no nos permitían pasar, estábamos en el medio de la "nada" si podemos llamarlo así, sin personas, sin ruido, solo arboles gigantescos, animales y montaña era lo que había a nuestro rededor.
A mi papá siempre le han gustado los viajes a sitios con mucha naturaleza, sin tanta gente. Eso ha sido lo que ha impulsado mi amor por los caballos, los ríos, playas y montañas. Además de la inspiración natural que ofrecen los paisajes de mi país.
Mi hermano y yo muy emocionados, no dudamos dos veces en meternos a bañar, jugar con el agua, ver los peces, caminar encima de las rocas gigantes y disfrutar de las mini cascadas que se hacían dentro del agua, así como los toboganes y piscinas naturales.
Ahí estuvimos hasta las 9:00 p.m, no solo yo disfrute del paisaje, los mosquitos disfrutaron muchísimo de mí (obviamente no lleve repelente porque no sabía dónde iríamos) tuve unas cuantas picaduras que deje un poco de lado ya que el viaje estuvo excelente, valió la pena.
Lo mejor de viajar es disfrutar cada uno de los detalles, las sensaciones y los paisajes ya que, nunca sabes cuando podrás regresar.
Todas las fotos fueron tomadas con mi cámara Sony DSC-S750.
El Pao de Zarate, Aragua - Venezuela.
Me encanto el relato de la aventura.
Las fotos enamoran, provoca visitar el lugar. Gracias.
Te invito a visitarlo @yoselincabrera, realmente es un hermoso lugar.
Saludos.
¡Tu papá es genial! Que divertida experiencia.
Es muy cool @yooerlyn lo único es que una próxima vez me llevaría repelente jaja
Saludos...
Excelente aventura
El Pao es hermoso tuve la oportunidad de conocerlo