Hola buen día para todos, como siempre es un gustazo para mi compartir con ustedes estas líneas impregnadas de energías positivas, quiero darle gracias a Dios por regalarnos otro día mas de vida y demostrar así su amor y compasión para con nosotros.
Hoy 16 de Junio se celebra acá en Venezuela y en algunos países de Latinoamérica el día del padre, así que para todos esos padres responsables, amorosos, afectivos, preocupados, protectores mi mayores felicidades en este día, no olvidando a esa mujeres que les tocó ejercer ese rol también el cual desempeñan con todo el amor y la devoción para con sus hijos, para todos(as) un fuerte abrazo.
Hace unos días atrás revisando mis redes sociales me encontré con unas imágenes que llamaron mi atención en ellas se hace referencia a las repercusiones que tiene en la adultez las acciones que se hacen o nos hacen en la niñez, son imágenes de diferentes situaciones por las que se pueda pasar, varios son los cuestionamientos.
Una de ellas fue la que más llamó mi atención la cual hacía referencia a la pérdida de la madre a temprana edad pues decía que debido a ello en la adultez suele construir relaciones de pareja dependiente, esto según, en basamento psicológico. Debo comentarles que en mi caso personal o específicamente esta situación no aplica para el caso de las mujeres ya que yo tenía 30 años cuando mamá murió, es decir, ya era un adulto y podía manejar las emociones de pareja y maternales de forma diferente.
En el caso contrario pudiera ser diferente. Mi padre cuando murió yo tenía 7 años, durante el trascurrir de mi infancia no tuve una figura paterna clara establecida, un patrón masculino a seguir pues vivía con mi mamá y mi hermana. Esto no quiere decir que justifique mi homosexualidad por la falta de una figura paterna aunque esa fue la explicación que me dio un psicólogo cuando acudí a una consulta para que me orientara y esto ya de adulto, esa fue su respuesta “falta de figura paterna”.
Según él esto había condicionado mi conducta hacia un lado más femenino, esta explicación no me convenció mucho, la respecte pero no la compartí, porque yo a pesar de haberme criado con dos mujeres, a mí nunca me gustaron las cosas de ellas (maquillaje, vestidos, tacones) los cual era una constante en la casa, más bien me gustaba jugar básquet o beisbol y llegar revolcado en tierra como decía mamá, juegos de varones.
Para concluir, no sé hasta qué punto la ausencia de mi padre contribuyó a que mi orientación sexual sea la que es hoy día, cabe la pregunta, ¿un homosexual nace o se hace? Lo que sí les puedo decir es que a mí nadie me preguntó, si me gustaría ser esto o aquello, eso eran partes de mis cuestionamientos de adolescentes cuando en algún momento entre en negación de lo que me gustaba y no lo quería aceptar. Cada historia es diferente y tiene sus particularidades, lo que les puedo asegurar es que gracias a Dios soy un hombre feliz y con toda la capacidad de hacer feliz a otra persona.
Como siempre he dicho cada historia es una vida particular en la cual juegan muchos factores que definen tu personalidad, quizás ante situaciones semejantes respondemos muy diferente. Ayer realice una especie de encuesta entre varios amigos para saber la respuesta y ver que tanto les pudo haber afectado esa situación, muchas fueron las respuestas pero todos comulgaban en algo, todos arrastramos conflictos no resueltos de nuestro pasado y que se reflejan a la luz en la adultez.
Un amigo me comentaba que le resultaba muy difícil mantener una conversación muy fluida con otra persona pues él sentía que la otra persona lo estaba observando y juzgando eso era algo que no toleraba, pues su mamá constantemente lo corregía en todo cuando niño, cómo hablar, caminar, jugar, actuar, etc una vigilancia continua.
Es bien sabido que no existe un manual de cómo ser el padre o la madre perfecta, con lo que contamos son con las enseñanzas de mamá y papá, patrones aprendidos a largo de nuestra vida que en algunos casos copiamos y pasamos de generación en generación y otros que a nuestro juicio no fueron las mejores formas de crianza y las cuales eliminamos o las abordamos de otra forma a nuestro juicio mejor trato de que nuestros chamos no pasen los malos momentos que pudimos haber pasado nosotros.
Siempre en las reuniones en familia digo que yo trato a mi único sobrino como a mí me hubiese gustado que algún tío me tratara con amor, cariño pero sobre todo que lo demostrara, no solo basta con decirlo, aun con la edad que tiene para mi sigue siendo mi muchachito y lo abrazó y lo enguero como aquel bebe que un día fue.
Voy a compartir con ustedes todos las imágenes a ver si alguno de ustedes se siente identificado con ellas y comparte su experiencia y sobre todo cómo ha aprendido en la adultez a manejarla, no dejando de lado ejemplos de cómo desde padre podamos reducir impactos negativos en nuestros niños.
Puede mirar las imágenes en el siguiente enlace
Saludos y bendiciones a todos.