La simplicidad, la sencilles, las dos son cosas que quizá pudieramos considerar subjetivas, relativas. Yo soy amante de lo complicado, aquello que se adentra de cierta manera en mi ser y lo destruye desde dentro y le invita a unir sus partes despues del cataclismo.
Pero cuando quiero sentir me; solo ser, dejarme llevar, cobijarme por aquello que me hace sentir triste, feliz o nostálgico, siempre vuelvo a lo sencillo, paro de escuchar a Bach y pongo algo de Satie, porque lo minimalista, lo sencillo, parece diminuto y quizá insignificante cuando se le ve desde afuera; para las almas que buscamos sentirnos llenas analizando y comprendiendo, tal vez porque no soportamos sentir el vacio que nos produce.
Que bonito ha sido leer esto, por alguna razón la lectura me atrapó. :) un abrazo Aida.
Me gustaria pasarte par de joyitas musicales
yo quiero de eso
Gracias Joe, eres un joyazo <3 te quiero!