-Fragmentos de una historia que nunca terminé.-
La tempestad que pensaba que se aproximaría con él, no fue más que horas de charla.
Horas de risa, horas de historia, horas de reflexión...
Sus historias y las mías eran diferentes,
Su credo y el mío, eran opuestos.
Entendimos a primera instancia que éramos perfectamente diferentes.
Sin embargo, nunca nos dejamos de escuchar.
Y entre tanto dispar, pudimos por fin llegar juntos a una conclusión:
"El tiempo no cura nada,
Lo que cura son las risas y los bailes.
Como cuando te pisan al bailar
Y les ríes volviéndolas a pisar"
Noté su seguridad al hablar,
Su mirada tan penetrante en mí ocasionaba a mis manos temblar de una manera sutil.
Noté su arrogancia en cuanto a mí, en cuanto a todo.
Me enfrascó la tenue manera de acecharme, no de una manera apacible pero tampoco de una tan potente.
Trataba de seducirme con sus palabras,
Y cuando era mi turno de declarar en su contra, me miraba fijamente los labios mordiéndose los suyos, haciendo que un cálido cosquilleo recorriera mi cuerpo de una increíble manera.
Su sonrisa era tan perfecta pero tan maliciosa al mismo tiempo que inmediatamente pude reflejar en él lo que significaba el paraíso del mismísimo infierno.
-No te besaré.
-Si lo harás... -mordió su labio inferior y sonrió.- Su voz era ruda y muy autoritaria.
-No tienes ningún derecho sobre mí -dije completamente nerviosa.
-Claro que sí ¿sabes por qué?
Su mirada estaba fija en mis ojos y su cara a centímetros de la mía. Y eso me ponía jodidamente nerviosa.
-¿Por qué? -pregunté un tanto curiosa.
-Porque después de esto, serás mía.
Buen trabajo, continúa así. Ah y son 5 etiquetas. Saludos
Me gusto, lo que escribiste, pero debes poner las cuatro etiquetas saludos, y si gustas pásate por mi blog.
Gracias por el consejo, no sabia. Con gusto, saludos