De tus labios a los mios se tiende una gran liana
Tejida por el calor de los sentidos despiertos
Que un día nacieron al calor de nuestro idilio
Para tejer entre ambos el cordón que nos enlaza
Su fortaleza se demuestra ante los vestigios del viento
Ante el dolor no cede ni a las fábulas inciertas
Fuerte se hace cada día con el pasar del tiempo
Y ante la lluvia en concierto nos une este puente eterno
En esta vida pasajera tiene forma concreta
Y aunque en la venidera otra forma tenga
Siempre será el mismo puente
El que nuestras almas establezca
Su distancia no existe porque nos une en amalgama
Corazones uno solo se convierten en esencia
Entrelazados por siempre ante la asechanza externa
Dejamos de ser dos para ser uno en esencia
Muy bien, me gusto tu poema. María Almeida
Gracias estimada. La primicia de los próximos.