«Si sólo lees los libros que está leyendo todo el mundo, sólo podrás pensar como lo hace todo el mundo.»
Haruki Murakami
Por lo que leas pensarás
¿Crees que es importa lo que leas? Claro que sí. Es tal cual como el alimento que consumes a diario. Si no te alimentas bien puede que tengas una masa corporal más equilibrada, si comes mucha grasa podrías enfermar y así en toda su proporción.
¿Entonces cómo aplica esto en la lectura? Del mismo modo. Y es aquí donde me usaré como ejemplo. Para muchos de los lectores que hoy podemos decir que tenemos un buen criterio para la selección de títulos a leer, de seguro comenzaron con un buen título como lo fue “El principito” de Antoine Saint-Exupery, en el caso de otros: “¿Quién se ha llevado mi queso?” o “El caballero de la armadura oxidada” y demás libros ligeros que mandan a leer en primaria o secundaria para su respectivo análisis en la asignatura de “Literatura” o “Castellano”.
En mi caso comencé en el último año de primaria con “El principito”. Le siguieron dos años donde no leí y cuando retomé la lectura de lleno me adentré con Paulo Coelho, en ese tiempo no sabía NADA de literatura, solo sabía leer por leer y nada más. Y es aquí donde me adentro más a lo que quiero explicar:
Conversando hace varios años con un amigo que estudia letras y que, considero, tiene bastante conocimiento del que he aprendido, me comentó:
—¿Tú, qué lees? —Le expliqué varios de los títulos leídos y por leer, respetó mis gustos pero luego agregó— ¿Y qué aprendes de ellos? —Al principio no entendí su pregunta e incluso le respondí medio molesto que yo leía era para entretenerme, que si quería aprender algo escogía un título educativo y ya. Corté la conversación pero sus palabras quedaron dando vuelta en mis pensamientos.
Decidí investigar un poco, analicé la situación con cada título que pasaba por mis manos, pasó tiempo, no fue cuestión de días sino de meses, creo que hasta de un año, que comencé a darme cuenta que todo lo que leemos nos contribuye al conocimiento general, manera de expresarnos (hablada o escrita), nos hace más rápido al improvisar, incrementa la imaginación o creatividad, y pare de contar el resto de beneficios.
No dejé de hablar con ese amigo pero creía notar que evitaba hacer la misma pregunta de nuevo, quizá por respeto o para no molestarme, sin saber que había tomado en cuenta su comentario. Tiempo después fui yo quien se adentró solo en el tema y volví a exponer los títulos y demás opiniones. Allí pudimos conversar con más conexión entre opiniones.
Darse cuenta y reaccionar que cada cosa que leemos puede influenciarnos es el punto de partida para escoger los títulos para leer. Algunos pensaran que una novela de ficción no te puede enseñar algo y ahí están muy errados, enseña tanto como un libro educativo, con entretenimiento agregado, claro. Depende lo que leamos podemos llegar a formar cierta clase de pensamientos.
Por ejemplo, y creo que hay bastante personas de acuerdo, no soy tan partícipe de lo que se cataloga como “Autoayuda”. No negaré el reaccionar que trae esta para algunos lectores buscadores de respuestas que ya hay, solo que necesitan que alguien se los comenté de un modo consejero. Sin embargo es el género de lectura que se aleja bastante de lo prolífico, y que toma solo lo superficial del conocimiento para darlo a mentes poco conocedoras de varias cosas.
Luego de aquella eventualidad comencé a curiosear gustos diferentes a los que traía y de hecho me incliné por gustos literarios que jamás llegué pensar a tener, como son los clásicos, que ciertamente encierran conocimiento y escritura con la que se aprende a escribir también.
Con esto no quiero desanimarte a que no leerás nada (en el caso que sea autoayuda), puede que como a mí, sea solo el principio. Si es lo único que lees y que te gusta, no te discrimino por ello, pero si te digo que hay más géneros allá afuera esperando ser leídos del cuál puedes aprender varias cosas también. Si vas comenzando con la lectura, adelante, todo es de modo progresivo, poco a poco te irás dando cuenta qué te gusta, qué no te gusta y qué deberías leer realmente. Como nombré en un post anterior, debemos leer lo que nos gusta y así estaremos bien, claro está, sin dejar de considerar que de unas cosas aprendemos más y con otras desaprendemos también.