Gusto literario
Yo he sido profesor de literatura inglesa durante veinte años en la Facultad de Filosofía y Letras de la universidad de Buenos Aires y siempre les aconsejé a mis estudiantes: si un libro los aburre, déjenlo, no lo lean porque es famoso, no lean un libro porque es moderno, no lean un libro porque es antiguo. Si un libro es tedioso para ustedes, déjenlo… ese libro no ha sido escrito para ustedes. La lectura debe ser una forma de la felicidad — Jorge Luis Borges.
Como lector asiduo podría ser preciso y responder a la primera pregunta: «lo que te gusta» y a la segunda «sí y no», pero como sé que aquí en Steemit estamos para aprender cada vez más, me tomaré el tiempo necesario para dar cabida a estas respuestas desde mi experiencia.
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Como lector asiduo podría ser preciso y responder a la primera pregunta: «lo que te gusta» y a la segudna «sí y no», pero como sé que aquí en Steemit estamos para aprender cada vez más, me tomaré el tiempo necesario para dar cabida a estas respuestas desde mi experiencia.
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En la segunda entrada que realicé aquí titulada “Cómo hacer una reseña literaria” hice un nombramiento sobre ésta área, y como no era el punto central de la entrada solo fue una pasada general. Ahora sí, comienzo.
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¿Recuerdan a Orbil? Sí, Orbil, es aquel amigo mío al que aprecio bastante, que compartimos ciertos gustos y que le han pasado un montón de cosas como a mí. Bueno, cuando apenas pensaba en hacer esta entrada le comenté a Orbil de lo que haría y me dijo que agregara de nuevo una de sus experiencias. Al parecer su vida ha tenido de todo un poco, así que lean lo que me comentó:
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Me sentí identificado cuando supe que tratarías sobre qué debemos leer. Y es que a mí me paso algo. A mí me gusta el romance, lo admito soy un romántico empedernido. Eso sí, lo leo en secreto porque a veces mis amigos me echan broma con eso. Lo que no saben es que de por allí también salen cosas buenas. El punto es que una vez una amiga, con las que comparto anécdotas sobre lecturas románticas, me recomendó un libro de terror. Aunque me gusta el terror, al menos por las películas que he visto, supuse que en la lectura podría gustarme también, así que me prestó su libro terrorífico y lo comencé a leer.
¿El resultado? No me gustó para nada, me aburrió. Al principio fue llevadero, al ir pasando páginas me fue gustando menos al punto que lo deje a la mitad o menos. Cuando ella me preguntó que si me había gustado, le mentí y le dije que sí. Sí, sé que estuvo mal pero no quería hacerle saber que había recomendado algo que para mí había sido pésimo. ¿Lo peor de todo? Me siguió prestando más y más, hasta que no pude con más mentiras y le confesé todo. Obvio se sintió mal y me disculpé. Meses después de aquel suceso entendí muchas cosas: que a todos no nos debe gustar todo porque sí.
De seguro a muchos nos ha ocurrido como le pasó a Orbil. A mí me pasó, solo que no le mentí a nadie. Yo solo mentalmente culpaba a esa persona por sus malos gustos, cosa que también estuvo muy mal. Años después de leer y leer, de experimentar otros géneros ya me siento capacitado para responderte Orbil y al resto de lectores que no saben responder a esto tan simple, que nos enredamos para respondérnosla cuando alguien nos pregunta.
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En particular yo comencé a leer fue del género suspenso policíaco, me gustaron todos los títulos que leí del género y aún me gustan. Puede que no sea el género más serio, clásico y ortodoxo de la literatura por muchos elemento que suelen perderse en solo mostrar a alguien que funge de detective y alguien que incumple las normas humanas; con esto no quiero decir que sea un mal género, sino que en la actualidad se pierde mucha estructura y ahondan solo en mostrar un misterio a través de letras superficiales. Cuando alguien me recomendó un género que no me gustó casi le decía que tenía un mal gusto y menos mal que no lo hice. Hasta ahora comprendo la respuesta.
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Se siente bastante feo cuando algún allegado nos recomienda un título que para esa persona es el mejor, cedemos a la recomendación, leemos y quedamos aburridos, sin encontrarle sentido o sin que nos guste en absoluto, y eso se debe a algo tan simple que con la lectura nos cuesta aplicarlo y es que, como dijo Orbil, a todos no nos debe gustar todo porque sí. Así como a ti te gusta el color rosa en la ropa, a mí me puede gustar el negro y si nos recomendamos colores contrarios lo odiaremos. Que a ti te gusta viajar con alguien para hablar durante el camino pero al otro le gusta viajar sin que le hablen. Todo eso está bien y es bastante normal. No se debe juzgar porque aquel le guste leer autoayuda y al otro clásico, porque uno lea romance y el otro lea historia. Como aquel dicho cada cabeza es un mundo, y no se debe ser invasores violentos que intentan cambiar el modo de pensar.
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Eso sí, no está mal recomendar títulos que no sean del gusto de esa persona, pero hacerle la advertencia. O enamorar a la persona desde la perspectiva de su género preferido. Por ejemplo si a mí me gusta la historia pero a esa amiga le gusta el romance y por equis razón le quiero recomendar “Lo que el viento se llevó” entonces le daré mi opinión del libro desde la vista amorosa.
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Cuando yo apenas retomaba la vida de lectura con el género de suspenso, alguien me nombró “Ciudades de papel” de John Green porque unos meses más adelante se estrenaría la adaptación cinematográfica. Leí la sinopsis y le noté un aire de suspenso-detectivesco así que no dude en leerlo. Error. Me encontré con una novela juvenil que avanza a través del drama y romance medio correspondido entre dos adolescentes. ¿Dónde quedó lo detectivesco? A penas se notaba en algunos capítulos. El hecho fue que no me gustó. Y menos el final.
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Con esa y otras experiencias fui aprendiendo que por más lector empedernido que fuera, no todo me tenía que gustar. Lo mismo me pasó con “Así habló Zaratustra” (Friederich Nietzche), “La hojarasca” (Gabriel García Márquez), “La guerra del fin del mundo” (Mario Vargas Llosa), Glamourama (Brest Easton Ellis) y pare de contar.
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Tampoco quiero que piensen que si comenzaron con un género, ese será el único que leerán por el resto de sus vidas. También es bueno experimentar otros, leerlos, si les va gustando: bien, sino entonces déjenlo y continúen con otro. Hay que aprender a ser adaptable en algunos casos. Y ya entenderán por qué lo digo. Yo, que comencé con el suspenso, la novela negra, lo policíaco; ahora también me gustan los clásicos, algunos románticos y otros géneros más. La mayoría de los títulos que nombré antes que dije que no me gustaban, ahora están entre mis gustos, excepto Glamourama, ese condenado libro no le veo sentido.
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Así que si de leer se trata: está bien que tengas uno o varios géneros entre los preferidos, que te gusten, los disfrutes, que te emociones leyendo y contándolo luego. Si alguien te recomienda algún otro género, adelante, inténtalo. Puede que te guste, puede que no y eso está bien. Puede que ese amigo te esté mostrando un poco de su felicidad también así como tu podrías hacerlo a través de alguna recomendación.
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¿Te ha gustado esta nueva publicación? ¿Estás de acuerdo con lo que planteo? ¿Tienes alguna duda? Cualquier comentario que quieras hacer es bienvenido. Debatiendo con respeto todos aprendemos más.
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