Observar un video de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, llevando a cabo órdenes ejecutivas, aprobaciones y decretos, es como ver caminar entre los mortales a una deidad o semidiós griego o romano con su aura distintiva y a quien nadie debe cuestionar.
Sus actos públicos se llevan a cabo con total respeto, en medio de ceremonias y reverencias, una domada burocracia y un público que aplaude cada palabra.
De no ser porque requiero buscar información relevante sobre criptomonedas, blockchain y sus acciones dentro del espacio, nunca perdería mi tiempo viendo tales eventos, y agradezco poder subir la velocidad de los videos para no perder tanto tiempo de mi vida.
El objetivo de ver sus videos, aparte de seguir convenciéndome de que el Petro será una de las grandes estafas dentro del espacio, es intentar encontrar –en medio de todo ese espectáculo– información rescatable acerca de esa divisa electrónica.
A las pocas horas de que Nicolás Maduro difundiera la intención de compra de USD$735 millones por el Petro (la criptodivisa supuestamente respaldada con las reservas probadas de petróleo de Venezuela) a través de las personas inscritas en su página, anunciaba el Petro Oro, una nueva forma de recaudar dinero de incautos, ahora sobre un presunto respaldo en oro, una nueva moneda virtual que –en sus palabras– es “más poderosa aún” y “fortalecerá al Petro”.
Durante su discurso, rodeado de personas que le aplaudían cada palabra, Maduro declaró que estaban en medio de “una renovación total de la economía nacional, necesaria, donde el Petro es el eje”, y que estas nuevas criptos son una “revolución monetaria, económica, financiera”.
En esto último estoy de acuerdo: es necesaria esta renovación después del uso irresponsable y poco transparente de los recursos de sus ciudadanos, con lo que ha llevado a su moneda, el bolívar, a valer menos. Sí es necesaria una revolución y una renovación porque esa misma irresponsabilidad y poder centralizado han abierto la puerta a un caballo de Troya.
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En sus discursos, Maduro ha resaltado una propiedad de las criptomonedas: gracias a éstas podrá saltar las sanciones económicas impuestas por la Unión Americana, y también es una manera fresca de recaudar dólares estadounidenses.
Ha trascendido que entre las intenciones de compra, 192,000 reportadas por Maduro (nuevamente la única fuente de información), 36% son en dólares, 15% en euros, 31% en Bitcoins, 18% en Ethereums y 0% en bolívares. Ni ellos mismos aceptan bolívares por su criptodivisa.
A la par de todo el espectáculo en torno del Petro, ha hecho crecer la burocracia al crear la Superintendencia de los Criptoactivos de Venezuela, donde un encargado ha emprendido las siguientes acciones:
– Realizar un censo, a la fecha, de 3,000 mineros en el país.
– Evaluar y mostrar diversos equipos de minería.
– Coordinar y publicar el documento del Petro.
– Buscar asociación con sitios de intercambio y empresas para el intercambio, integración y promoción del Petro.
Y entre las tareas específicas que Maduro le ha asignado están:
– La creación de un espacio para la construcción, mantenimiento y operación de equipos de minería de criptomonedas.
– Capacitación para realizar trading y que los mineros o venezolanos intenten maximizar ganancias y generar un ingreso.
– Llevar a las escuelas capacitación en criptomonedas e integrar las habilidades antes descritas.
Estas últimas acciones van a acelerar el conocimiento e integración de más personas al mundo de las criptos. Más personas abandonarán al bolívar y el Petro despertará la curiosidad para conocer de otras divisas electrónicas.
Este último intento por revivir una economía a la que el mismo gobierno ha asfixiado y dejado moribunda, sin duda traerá, aparte de la atención mundial, ingresos nuevos a su gobierno. Pero también ayudará a liberar a los venezolanos de la esclavitud de su sistema económico y el constante robo de valor por parte de su gobierno y su banco central.
Parte del plan incluye la integración de equipo de minería de criptomonedas en cada comuna, que –según Maduro– actualmente suman 2,000, y con el objetivo que le dejó Hugo Chávez, de 3,000.
Habrá que ver dónde terminan esos ingresos, qué pasará cuando no existan utilidades, cada cuánto se actualizarán esos equipos y cómo beneficiará a las comunas.
Existen otros pendientes: ¿Qué pasó con los mineros que mandó encarcelar?, ¿les permitirá salir de las jaulas a las que los condenó? ¿Y qué han hecho con todos los equipos de minería que les robaron, dónde están, quién los tiene y qué uso se les está dando?
Lo rescatable de todo esto es que las criptomonedas serán una válvula de escape para la población, como lo fue el Bitcoin en Argentina hace unos años.
Tendrán una nueva generación de mineros, traders y programadores que ayudarán al crecimiento del ecosistema. La población será menos dependiente de las decisiones e imposiciones de Nicolás Maduro y su gobierno.
Ha dado la orden de que se acepten criptomonedas para los pagos de impuestos y servicios. La desventaja es el control que podrán tener sobre la economía digital y acumular posiciones.
Por otro lado, no creo que especule con el precio, sino que más bien será una manera de poder apropiarse de más dólares.
Algo que aún no dimensiona es que todas estas acciones (esperemos que ocurra en el mediano plazo) le resten poder y por fin concluya su idea socialista que está matando a su población.
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Me siento libre de opinar sobre el tema porque soy venezolana, porque vivi la desgracia de mi pueblo y porque conozco el mundo de las cryptos. Es cierto jose, maduro y su grupo de estafadores quieren seguir aprovechándose de mi pueblo de mi gente... Gente que lo que hace es trabajar duramente para sobrevivir en la tierra que nos queda... Desde que salió la noticia del petro, mi esperanza de que Venezuela se levantara disminuyó aún más. Porque es la mejor forma de seguir robando sin que nadie se de cuenta, es la forma de lavar el dinero más fácilmente. Y extranjero que compre esta moneda ayudará con la miseria de mi amado país... Se que a muchos no le importa. Pero piensen que Venezuela es hermoso y que necesita su ayuda no su pisotón. Es verdad que el hablar de cryptos ya es algo bueno. Pero también piensen como un venezolano que no tiene para comer podrá comprar una crypto DASH por ejemplo que te cuesta más de 120 millones de bolívares y un btc que esta por encima de los 2 billones... Saludos desde cancun. Tuve el gusto de conocerte!
Muy buen pots saludos desde steemit en español
El Petro será un desastre y tendremos boletos de primera fila para verlo!
Gracias Blockchain!!! 😃
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