No diga nada, ni una sola palabra. Cierre sus ojos y respire profundo varias veces; si puede aléjese unos minutos para calmar sus nervios. Espere que pase el enojo para no decir cosas que lastimen a otros o propiciar alguna desgracia.
Porque quien se enoja fácil puede hacer locuras y recuerde que es mucho mejor tener paz que tener la razón en algunas ocasiones, También debemos saber perdonar quien acepta que se equivoca y no pide perdón de corazón.