¿Cómo actuaría la Justicia, si no tuviera esa venda en los ojos?. ¿Se vería aquejada por la enfermedad de la decencia y mantendría fielmente equilibrados los platillos de su balanza?. ¿Conseguirá el pobre diablo equilibrar la balanza que mantiene siempre a su favor San Miguel?. ¿Llegaremos algún día a comprender que sin la oscuridad no existiría la luz?. Hace tantos siglos que se desequilibró la balanza, que realmente sí que estamos todavía inmersos en el terrible drama de la falta de equidad. Mientras ese cangrejo no devuelva las mil lunas de Saturno, el Ganges seguirá siendo un río de ida, pero nunca de vuelta.
Estamos condicionados por un miedo que hunde sus raíces en el instinto de supervivencia, no sé si de cuando el hombre de las cavernas debía luchar diariamente por su vida, y eso impide que el yin yang sea simétrico. Pero comos somos cabezones, lo seguimos intentando.
Es algo más que un miedo existencial. Puede parecer un ejemplo tonto, pero comenzamos a marcar esa diferencia desde que viene un nuevo ser al mundo. La clasificación empieza ya por algo tan absurdo como el color de los patucos dependiendo el sexo del recién nacido: azul para el nene y rosa para la nena. Y a partir de ahí, la pirámide tiene dos caras bien diferentes: la ropa, los juguetes, los propios juegos...por lo menos hasta llegar a la edad del iphone, que cada vez es más cercana. En las cavernas del paleolítico, si bien parece que había distribución de tareas, la mujer también tenía un papel esencial, 'mágico' y cultual; no hay que olvidar la veneración que se sentía por la figura de la Madre, las denominadas Venus del Paleolítico. La mujer era superior, porque hacía 'magia' trayendo nuevos seres al mundo...En fin, habría mucho que discutir.