A pocos kilómetros de la ciudad de San Cristóbal se encuentra un hermoso salto de agua: "El chorro del Indio". Baja de una montaña en numerosos chorros de agua cristalina. Dicen que viene de una laguna encantada. Muchos han intentado visitarla. Algunos han regresado después de muchas penurias, otros han desaparecido para siempre.
.- El agua salta cantarina por una pared vertical de roca. En algunos de sus salientes crecen matorrales y helechos. La mayoría de las piedras están cubiertas de musgo. Las gotas de agua al caer reflejan los colores del iris y ofrecen un espectáculo encantador. El agua en su descenso corre entre enormes piedras y forma numerosos pozos en donde en días soleados y festivos los habitantes de los alrededores se bañan y disfrutan de sus aguas frías y límpidas. Luego, estas corren rumorosas entre piedras buscando siempre en descenso, el camino de la llanura.
.- Por estos parajes agrestes muy pocas viviendas se encuentran. Solo frente a la salida de las aguas hacia el llano en la quebrada La India, se encuentra un bar amplio, que en los fines de semana se llena de bullicio. Debajo de él, como en un sótano, esta la vivienda familiar, casi siempre deshabitada.
.- La familia Contreras compra el local con los ahorros de muchos años. Se disponía a trabajar todos para salir adelante.
.- Durante el día realizaron la mudanza. En la tarde doña Rosario estaba sentada a la puerta contemplando el paisaje cuando vio bajar por el camino que desciende del chorro a un viejito encorvado, de cabellos y barba grises. Caminaba despacio apoyándose en un bastón. Su figura pulcra y diminuta inspiraba respeto y cariño.
.- ¡ Buenas tardes nos de Dios! - dijo el anciano.
.- ¡ Buenas tardes! - contesto doña Rosario con una sonrisa.
.- ¿ Usted es nueva en este lugar? - pregunto el viejito.
.- Si, con mucho sacrificio compramos este negocio y queremos sacarle provecho trabajando con firmeza.
.- ¿ Y van a vivir aquí? - pregunto el viejito.
.- Sí.
.- ¿ Se van a quedar en las noches?.
.- Sí.
.- No les aconsejo que se queden en las noches, es mejor que se vayan.
.- ¿ Pero por que?. Esto es nuestro y no lo vamos a abandonar.
.- Mi consejo es que no permanezca por las noches por estos lugares. Les pueden causar daño.
.- No abandonaremos la casa, todos nuestros ahorros están invertidos en ella, - contesto doña Rosario un poco inquieta.
.- Venda su casa y negocio y váyanse para otra parte. Si algún mal les sucede no digan que no les advertí. - Y el anciano siguió hablando-. En las noches todo cobra movimiento y vida. El agua del chorro se vuelve resplandeciente, el que la mira pierde la razón. Este lugar esta encantado.
¡ Váyanse de aquí....!
.- No es posible, esta decidido que nos quedaremos aquí - Dijo doña Rosario incrédula.
.- ¡ Que Dios los proteja! - ¡ Buenas tardes!.
.- ¡ Buenas tardes!.
.- El anciano atravesó la quebrada La India y tomo el camino en ascenso hacia la montaña y se perdió entre los árboles.
.- Fatigados del trajín del día, doña Rosario, don Teodoro, Manuel y Joseito se dispusieron a dormir.
.- Durante la noche sintieron ruido y música, pero cada uno pensó que estaba soñando.
.- Los siguientes días fueron de mucha actividad en el bar. En la noche caían rendidos por el cansancio. Entre sueños escuchaban música y voces, tampoco hicieron caso, aunque doña Rosario pensaba en las palabras del viejito.
.- A la cuarta noche despertaron con los ruidos. En la parte superior de la casa que correspondía al bar se oían pasos como de gente que bailaba, risas, voces y música, como si hubiera muchas personas disfrutando de un día de fiesta. Hasta la rockola dejaba oír sus canciones. Ninguno de los cuatros se atrevió a levantarse. Don Teodoro no le hizo mucho caso, creyó que era producto de su imaginación, sueños al fin y al cabo. Manuel tampoco le presto mucha atención, estaba muy cansado. Doña Rosario atemorizada recordaba las palabras del anciano, pero no se atrevía a moverse. Joseito creyó soñar, pero, al despertarse sintió curiosidad y decidió subir al bar para averiguar la causa de la fiesta. Se vistió y subió las escaleras. Al llegar el se apagaron las luces, las risas y las voces. Miro al frente. El Chorro del Indio resplandecía y el agua al caer producía melodiosa música, como si las gotas entonaron una magnifica sinfonía.
.- Atraído por esa música tomo el sendero que conduce cerro arriba hacia la cascada. Cada vez la música era mas fuerte y la luz más intensa. Como lluvia de oro y piedras preciosas el agua se deslizaba desde la cima. No pudo mas, la luz era encegadora y cerro los ojos.
.- Apenas amaneció doña Rosario se levanto nerviosa, llamo a su marido y a sus hijos dispuesta a decirles que vendieran al negocio y se fueran a vivir a otra parte. Joseito no atendió a su llamado. Fue a su cama y la encontró vacía, lo llamo por toda la casa en vano. Tampoco estaban en los alrededores.
.- ¡ Joseito....! ¡ Joseitooo.....!
.- Lo encontraron dormido al final del camino que conduce a la cascada, entre unas piedras al borde del primer pozo. Lo llamaron y se despertó asustado. Dijo:
.- ¡ La luz...! ¡ La luz....!
.- Doña Rosario aterrorizada se dio cuenta de que su hijo menor había perdido la razón. Llevaron a Joseito al medico, este no identifico su enfermedad. Luego a otro, y a otro. Ninguno diagnosticaba su extraño mal.
.- El solo decía:
.- ¡ La luz...! ¡ La luz....!
.- Los alrededores de El Chorro del Indio permanecen deshabitados.
.- Quizás el geniecillo de las aguas, continué apareciéndose en forma de viejecillo para advertir a las gentes que no osen interrumpir en la noche el encanto de la cascada.!
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Me entretuvo tu historia y la cascada es hermosa
Es una de las cosas mas bonitas de nuestro país y de mi estado. Que bueno que te gustó! No olvides dar upvote...