Con mi tío aprendí a ver jugar a la Vinotinto (selección de Venezuela). Por entonces, yo me preocupaba por que Brasil fuera campeón o ver en el canal 8 partidos de la liga italiana o española (sí, los pasaban por ahí), pero ¿Venezuela? Naaaah.
Pero él sí que seguía a la selección, y yo comencé a pararle bolas también. Eran mediados de los 90, yo no llegaba a los 10 años, y ya creía en la Vinotinto. Así conocí a Giovanni Savarese, autor de uno de los goles que más se puede recordar de la Vinotinto pre-boom. Era 1996 y se jugaban las eliminatorias a Francia 98. Corría apenas el minuto 6 cuando aprovechó un mal rechace del portero Pablo Caballero y puso a ganar a Venezuela contra Argentina.
Se jugaba en Pueblo Nuevo, Táchira, en una de las regiones donde se tomaba en serio el fútbol en aquellos tiempos, y el estadio estaba a reventar según me lo mostraba el televisor. Nadie podía creer lo que estaba pasando, NADIE, y aunque al final los argentinos se repusieron y terminaron goleando 2-5, ese gol me mostró una esperanza que le desconocía entonces al fútbol venezolano.
Esa anécdota es poco para hablar de Savarese, que aunque no es una leyenda con la selección, sí que ha tenido una carrera muy exitosa. Especialmente en Estados Unidos, donde hasta el Salón de la Fama llegó.
Ahora, como técnico, igualó el récord de partidos sin perder, y pareciera que su segunda vida futbolística será también muy buena.
Pueden ver más de su historia, en el siguiente enlace: https://enelangulo.com/savarese-futbol-estados-unidos/
Amo el fútbol y amo Venezuela