Cuando me propuse escribir este articulo no me di cuenta de la cantidad de fibras que podría tocar, como tampoco me había dado cuenta de la cantidad de cosas tan complejas sobre las cuales podría tratar este escrito.
La esperanza es aquello que valoramos en medio del dolor y el desespero; puede ser el oasis o el espejismo en el desierto. Produce una fuerza increíble y nos lleva a tomar riesgos y decisiones que de otra forma serian una locura.
Pero la esperanza, al menos eso creo, no tiene bases etéreas, se sostiene por los hechos y las realidades tangibles. Por lo que para responder nuestra pregunta debemos irnos a estas realidades, ver los hechos del tiempo y considerar una respuesta.
Los hechos pasados:
Si fueses hecho esta pregunta hace unos meses atrás la respuesta fuese sido: si, ahora si tenemos esperanza. Para enero del presente año Juan Guaido tomo el lugar de presidente interino, dando esperanza y promesas de un cambio a corto plazo.
Pero, lo sucedido fue totalmente lo opuesto; resucito la esperanza para degollarla lentamente. Su presencia actualmente es prácticamente nula, el apoyo internacional es solamente de palabras y es casi tan odiado por muchos como el tirano.
Estos hechos pasados son representativos de la realidad de la falsa oposición que se encuentra en Venezuela, socialistas azules contra rojos, luchando por puestos y no por valores.
¿Es posible tener esperanza con tales antecedentes? Gracias a Dios que este no es el único lugar a donde podemos buscar esperanza, porque si fuese así tendríamos que responder que no.
Los hechos presentes:
Juan Guaido se ha dedicado a publicar actos simbólicos de desacuerdo y planteamientos extraños, ataques en el aire y carentes de toda eficacia; un guerrero que pelea con enemigos reales con estrategias imaginarias.
La esperanza que tenemos en la actualidad se encuentra en que estemos ante el ojo de la comunidad internacional y en los intereses del presidente Donald Trump. Nuestra problemática no es ajena a la realidad de los países y sus poderes.
Recientemente Trump a despedido al encargado de seguridad John Bolton, al parecer, por sus actitudes en cuanto a Venezuela, y ha colocado en su lugar a Charlie Kupperman. Este ultimo es un personaje de los mas interesante, conocido principalmente por ser uno de los fieles de Reagan y un hombre de mano dura ante los enemigos de EE.UU.
Esto podría significar un rayo de esperanza y una posible señal de medidas mas fuertes en cuanto al régimen del tirano.
¿Podemos tener esperanzas basado en el presente? Creo que seria demasiado prematuro, pero si creo que las fichas se están moviendo de una forma u otra. Y ante tales hechos podemos esperar algún cambio, en algún momento.
Los hechos futuros:
No podemos ver el futuro por la ventana, porque, aunque veamos la nube acercarse, todo cuanto pensamos que ha de suceder está cubierto por la incertidumbre. Los hechos futuros están en la mano de Dios.
Personalmente me aferro a Su sabiduría, y esto no significa que piense que Él haya de liberar milagrosamente a este país (aunque me alegraría que lo hiciera), pero he visto lo que ha hecho en las Escrituras; humillo al soberbio Nabucodonosor, pero también se sometió a la declaración de muerte de Pilato. Lo que ha de hacer es un misterio para mí, pero siempre será lo mejor, y en Él pongo mi esperanza.
El ha de hacer lo que mejor le parezca.
No tenemos suficientes bases concretas para abrigar una esperanza, pero tampoco para dejarla morir. Podemos confiar que todos nuestros caminos están en las manos de Dios, a Él oremos, puesto que, al parecer, es lo que único que podemos hacer en base a las circunstancias.
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