El otro día, mi princesita de 3 años me pidió una princesa para armar(en mi país lo llamamos rompe cabezas), tuvimos la oportunidad de salir a pasear y encontró su rompe cabezas...
El brillo en sus ojos eran tan intensos, como si fuera que a mi me hayan regalado 1000$...jajaja
Ahí me di cuenta que a veces olvidamos las cosas sencillas, esos juegos antiguos de nuestra infancia, hoy en día los niños están tan mal acostumbrados a la tecnología, y nosotros con ellos, que nos olvidamos de darles cosas simples, sencillas...
Cómo pueden notar en la imagen, incluso mi sobrina de 14 años dejó de lado su celular, y se dejó llevar por el juego...
Me encantan los juegos de mesa, desarrollan mucho la inteligencia, ya se que le regalaré a Brenda jejeje