Aquí vamos de nuevo, al tercer apagón...

7pm. 29 de Marzo de 2019.

Se acaba de ir la luz. 78% de batería.

Mi papá colocó la mesa plástica en la sala para que pudiéramos cenar.

Luego de que comimos a oscuras me senté en mi cama con mi laptop, estaba cargando cuando todo se volvió oscuro, de nuevo.

Abrí el archivo dónde escribo mi novela y comencé a escribir un capítulo nuevo.

9:50pm.
69% de batería.

Terminé de escribir el penúltimo capítulo de mi libro, ahora solo me faltan 8 capítulos para terminarlo. Feliz por el resultado de ese capítulo. Aunque me dediqué a ese porque quería llegar al momento cumbre de todo.

Se descargó la computadora y decidí escribir esto, así como hizo mi amiga @genesisojeda en el momento del primer apagón.

Hace rato llamé a mi tía, ellos tampoco tenían electricidad. Una prima nos envío un mensaje de que fue otro apagón nacional, que no era racionamiento como el que tuvimos más temprano en la mañana, ese duró tres horas.

Ahora con 68% de batería, no sé qué hacer. Si dormir o quedarme leyendo un libro hasta que el teléfono se descargue. ¿Escribir como me siento? Muchas opciones, poco ánimo.

Les escribí a mis amigas (Mayra y Génesis), solo May me ha respondido, tampoco tiene luz desde hace una hora o dos. Ellas son de otros estados.

Ya van tres horas sin electricidad, ¿Será que llega ahorita? Solo queda esperar.

10pm.
65% de batería, creo que hasta eso está fallando, se va descargando muy rápido.

He decido leer un rato, vamos a ver si la trama me llama la atención.

Quiero mencionar que tengo una pequeña luciérnaga en mi habitación, me asusta un poco pero todo bien. Aunque sea, ella brilla entre tanta oscuridad.

11:13pm.
45% de batería.

Sigo leyendo el libro, me ha gustado. Me gustó más cuando comencé a leer palabras tan venezolanas que era la primera vez que leo un libro así. Me encanta.

Sigo sin luz, quien sabe hasta cuando no tendré.

12:53am.
17% de batería.

Sigo sin luz.

Leí los 40 capítulos de la historia, quedé en una parte muy triste porque los protagonistas se separan por temer a amar y que éste duela tanto.

Es hora de dormir, a oscuras.

¿Cuándo podremos vivir bien sin preocuparnos por cosas tan básicas? Espero que pronto.

Todos duermen, roncan y se mueven en su camas, los grillos hacen su típico sonido molesto y está haciendo calor.

Todo es silencio, todo es una espera… ojalá llegue la luz.

10:11am – 30 de marzo de 2019.

13% de batería.

Me voy despertando, seguimos a oscuras. No ha llegado la luz desde hace 15 horas. ¿Iremos por días sin electricidad otra vez? Hoy cumple años Ashley, mi ahijada, se le iba a celebrar su fiesta de cumpleaños. Ahora quien sabe si se hará.

2:45pm
93% de batería.

Pude cargar el teléfono en el carro. Algunos dicen que dañan los celulares de esa manera, espero que no. Porque es la única manera de que esto sirva, de que pueda leer un libro y escribir esta crónica.

La única emisora que funciona en el telefonito de mi mamá es pro gobierno. Hablan de golpes eléctricos, de terroristas, de paz.

¿Cuál paz? No tener luz ni agua no es estar en paz. Estamos en una constante preocupación.

Rogando que el hielo del congelador de la nevera no se termine de descongelar, mis padres habían comprado carne ayer.

Estos “periodistas” no informan la verdad, no hablan de solución, solo insultan, le echan la culpa al otro.

Mientras mi hermano se termina de vestir para ir al cumpleaños de mi ahijada Ashley, porque cómo dijo Luis Carlos Díaz, la vida sigue en un país en crisis. Así que sigamos, festejemos a oscuras, sin música pero con la pequeña alegría de su cumpleaños número tres. Porque ella es vida, es alegría, inteligencia y amor. Eso de lo que necesitamos el día a día.

Van a ser 20 horas sin luz. Mayra en Valencia ya tiene desde las 8:30am, de Génesis no sé nada. No tenemos agua, ni luz, ni señal. Es como estar en la deriva. Pero seguimos, no nos vamos a dejar vencer emocionalmente.

9:00pm.
60% de batería.

Tenemos 26 horas sin luz. Más temprano hubo electricidad en algunos sectores de mi estado, menos en mi municipio.

Fuimos al cumpleaños, Ashley estaba feliz aunque lloró en el momento de la piñata porque no quería que otros niños rompieran su piñata, solo ella.

La torta estaba muy buena y las mandocas también.

Mayra me mandó un mensaje diciéndome que hubo un nuevo apagón nacional, se había ido la luz en 20 estados. Yo sigo todavía en el tercer apagón y ahora hay un cuarto.

Siento que están forzando tanto al sistema eléctrico que el cualquier momento todas las máquinas que medio funcionan van a explotar y nunca más tendremos electricidad.

Sigue el miedo, la frustración, el agobio, la ansiedad. Pero hoy lo ignoré viendo la cara de felicidad de mi Ashy cuando me vio llegar y le grité: “¡Mi amor!”, ella solo se levantó y me dijo emocionada: “¡Madrina!” con sus brazos abiertos para que le diera un abrazo.

Algo peculiar y “loco” que vi hoy cuando íbamos camino a la fiesta de Ashley, es que habían licorerías abiertas y habían personas bebiendo cervezas. Se nota que el venezolano así estando en lo peor sigue “viviendo” a pesar de las adversidades.

10:28pm.
55% de batería.

He apagado el celular para poder “ahorrar” batería, aunque ahorita comenzaré a leer un libro nuevo de mi biblioteca de Wattpad, es lo único que me ha salvado estas noches aburridas antes de dormir.

Este es de una chica que no quiere vender su tienda ni su casa para que construyan un centro comercial en ese terreno pero llega el hombre que quiere comprarle el terreno pero se vuelven amigos y algo más. Cliché pero esta bien para leer un rato.

Hoy no tengo inspiración para escribir mi novela, quizás mañana sí lo haga un rato.

53% de batería, creo que mi celular comienza a fallarle la batería, porque antes no se descargaba tan rápido. Odio esto.

Mi vecino de atrás tiene una planta eléctrica, el sonido que emite molesta demasiado pero por lo menos hace “ruido” entre tanto silencio. Hacen música con los grillos molestos. Nada agradable pero qué más se le va a hacer.

Mayra y Génesis no tienen luz, mandaron un mensaje dando señales de vida. Me tranquiliza saber de ellas.

Leamos un rato, para despejar la mente y olvidarnos de la realidad.

10:24pm-31 de marzo de 2019.

95% de batería.

Hoy me levanté tarde, no sé por qué tenía tanto sueño. Anoche leí hasta que el teléfono se apagó. La luz intentó llegar en la madrugada pero a los segundos se volvió a ir.

Estuvimos todo el día sin electricidad. En la tarde tomé una hoja, le hice dibujos a los alrededores, la pinté de varios colores y en el centro escribí un poema para mí sobrina que faltan tres meses para nacer. Escribí dos cuentos para ella, sobre una luciérnaga y otro de dos amigos cuerpoepines.

Luego de eso, me comenzó a doler la cabeza, me tomé un paracetamol y me dormí por tres horas.

A las 7:10pm llegó la electricidad, mi mamá estaba alegre porque había luz, yo sólo le dije que no me alegraba porque sabía que igual se volvería a ir. Llamé a mi tía, ellos tuvieron luz desde hace dos horas. Intenté cargar mi teléfono y la laptop.

A las 7:40pm, comenzó un bajón horrible, corrí a desconectar todo, mis papás comenzaron a apagar los bombillos, el mío era el único encendido y pensé que podía explotar, hasta que no pudo más y se volvió a ir.

Se puede contar cómo que no volvió y ya ahorita a las 10:32pm, llevamos 51 horas sin luz.

Le escribí a las muchachas, Génesis respondió contándome que las actividades escolares seguían suspendidas pero que las laborales, algunos trabajos debían ir.

91% de batería.

Esto se descarga muy rápido.

Luego de que termináramos de cenar, nos sentamos en la acera. Los vecinos estaban afuera.

Ahora recuerdo, al momento que se fue la luz de nuevo, mi hermano gritó “MADUROOO” y por primera vez en tanto tiempo, algunos vecinos gritaron las respuesta a ese grito.

Podemos decir que: Nuevo nivel desbloqueado.

Al rato, los vecinos comenzaron a cacerolear, busqué un vaso de metal y una cuchara, y casi que me transformaba en Rodríguez María Fernanda y comenzaba a decir “quiarrecho”.

Eso ocurre en momentos de desesperación.

Ya estoy harta. Llevamos una semana en este problema. Hay ciudades que tienen +150 horas sin luz. Esto no es vida.

Lo único que puedo hacer ahorita es leer, seguir con el libro de anoche, respirar hondo. Se vuelven a escuchar los grillos y la plana eléctrica del vecino. Otra noche en las mismas.

¿Será posible que cuando llegue la luz, veamos la noticia de que este hombre inhumano cayó, se fue, lo mataron, está preso pero que pasó algo?

Esto no se aguanta más. Si me dieran la opción de un bus que me saque de este país, me iría demasiado.

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Imagen creada con la app Bitmoji.

Bueno, esto fue la crónica que escribí en esos días de desesperación en Venezuela, la semana pasada fue agobiante. Esta semana ha sido un poco más tranquila, porque racionan la luz, sí, pero hay horas que tenemos y podemos hacer algunas cosas. Como lo dije, esto no es vida, no debemos acostumbrarnos, cansa demasiado tanto físico como mentalmente. Esperando un milagro de que esto cambie en cualquier momento y podamos avanzar.