Quizá sea porque últimamente he tenido tanto trabajo que me gustaría compartir algo que ha estado cruzando por mi mente últimamente:
Imagen Original
Sí, me sucedió ese clásico cliché del que ningún ser humano adulto escapa jamás: Me consume el trabajo, ocupa la mayor parte de mi tiempo y me ahogo aveces por el cansancio, no hago nada más que trabajar. Pero les confesaré algo: algunas veces no me parece tan malo. Y seguramente ya estás pensado:
-Estás loca Kehiry, trabajar es de lo más estresante y agotador.
¡Ni me lo digas! Yo trabajo en una panadería EN VENEZUELA! sé muy bien de lo que hablas cuando dices "estrés". Paso horas y horas tratando de ser amable con gente que está molesta porque llevan horas en una cola esperando para comprar pan, que de pronto se acaba porque no hay suficiente harina y no alcanza para todos... hay mucho estrés. Pero increíblemente eso me gusta.
Aprendí a amar lo que hago. Hallo gracia y diversión en ello, sobretodo bendición. Trabajar me ha enseñado muchas cosas en la vida, me ha ayudado a crecer, me ha enseñado a relacionarme mejor con las personas, a tomar decisiones inteligentes, pero sobre todo a madurar.
Hasta éste punto todos podríamos decir que “nos gusta trabajar” pero si hablamos del oficio en sí estoy segura de que algunas cosas ya no serán tan buenas. Más de una vez he escuchado a gente decir que no aceptan un trabajo porque no les gusta el puesto y es aquí donde tengo la necesidad de contar mi experiencia.
Me gradué de la universidad con el sueño de conseguir el mejor empleo del mundo, ese que yo amara hasta los huesos y que fuera perfecto (lo típico, ya saben...) Les voy a decir como me fue.
Ésta soy yo graduandome:
Fotografías Propias
(mis padres estaban súper orgullosos)
Ésta soy yo en el empleo NO soñado:
Fotografía Propia
(jajajajajajajajajaja!)
Claramente la vida no me puso donde yo quería estar. Mi sueño era ejercer mi carrera en una empresa, o formar la mía propia y no depender de un jefe. Pero soy cajera de una pandería y dejenme decirles algo: ESTÁ MUY BIEN POR MI. Aprendí a amar este empleo (a los golpes pero aprendí) poco a poco entendí lo que un día un buen amigo me dijo:
Imagen Original
BOOOM! El más útil consejo del mundo! Así es como dejé de quejarme por el empleo, por el jefe, por ese compañero flojo, por la gente y por todos los defectos. Empecé a ver que había muchisimas razones buenas para ser feliz allí.
Muchas veces en la vida anduve perdida y sin rumbo claro porque solo buscaba algo perfecto, lo ideal, lo de mis sueños, pero ahora que soy más inteligente uso mi actual empleo para alcanzar mis sueños porque ellos siguen estando allí. Este empleo es un escalón que me ayuda a subir y por eso me gusta.
Si aprendes a quererlo, te gusta, y si te gusta no trabajas, más bien te diviertes
wooou Kehiry yo tambien trabajé en panadería, en diferencia que yo hacía el pan, es un muy bello arte que me fascina hacer.....