Estas fueron las palabras que Michel de Montaigne — filósofo importante del renacimiento francés — citó, de boca del poeta romano Ovidio, para retratar la agonía antes de la muerte en su ensayo: “Del Entrenamiento”, donde habla del arte de estar preparado, incluso para la visita de Plutón, la cual será nuestro único y último ensayo en vida.
La belleza de Ovidio y su escritura yace en la simplicidad de la oración, pero también en su contenido, pues el mismo es tan cierto que Montaigne lo encuentra relevante para describir su casi nefasta experiencia cercana a la muerte casi mil quinientos años después.
Este ejemplo ilustra una conversación a miles de años de distancia. Sin embargo, la misma para muchos lectores no tendría sentido si los mismos no estuvieran al tanto de toda la información que les acabo de proveer sobre los autores: sus profesiones, el tiempo en el que vivieron, sus creencias religiosas, su filosofía de vida, entre otros aspectos implícitos dentro de la frase cultivada.
Aprender a escribir es sinónimo de aprender a leer; comprensión lectora que se transforma en ideas, en realidad, en imaginación pura.
Hoy día, muchos adultos tienden a ignorar lo beneficioso que es el cultivo de una buena compresión lectora. No solo aumenta tu concentración, sino que también te mantiene alerta y contribuye con tu salud mental, cualidades que contribuyen al éxito en cualquier otra empresa o tarea que te propongas.
Por estas razones y más, dedicaré esta entrada a darte: 3 consejos que te ayudarán a mejorar tu comprensión lectora.
La mayoría de textos, poemas, libros, artículos tanto en la web como en la prensa, contienen introducciones que cumplen propósitos específicos. Algunas buscan romper el hielo con la audiencia, otras dar una base cronológica de datos que ayudaran a complementar la lectura en sí, pero toda buena introducción tiene un principio y un fin que no siempre termina con un punto y final, sino con un punto y aparte.
Aprender a identificar, y entender la estructura detrás de varios tipos de introducciones no solo instruye bastante sobre el tema que más adelante en el texto será tratado, sino que también otorga un práctica quasi constante de análisis y criterio.
¡Así que no tengas miedo! ¡Ve, y lee tantas como puedas, en libros, artículos, blogs, hasta en relatos o cuentos cortos!
La concentración es clave para la buena lectura, especialmente la de buena calidad.
Autores como aquellos de la Beat Generation te pueden dejar boquiabierto con asombrosos párrafos que duran hasta tres páginas en fila. Octavio Paz, analiza situaciones y conceptos discretos por medio de la palabra poética, dos pestañeos y pierdes el ritmo.
Si no estas atento te puedes perder en el frenesí de la conversación entre autores, ¡o peor!, entre el autor y tu mente.
Una buena técnica para seguir una lectura eficientemente es la de colocar el dedo índice debajo de la oración o de cada línea, y seguir con el dedo la lectura en silencio. Al realizar la lectura de esta manera, el movimiento paralelo entre el dedo, y el ojo, se convierte en una especie de chequeo continuo entre una tarea y la otra, lo cual hace que el cuerpo coloque más estrés en mantener esa relación activa, dando como consecuencia que la mente consciente se concentre en el sentido principal de esta tarea, el cual es: leer.
¡Puedes usar una regla, un marcalibros o cualquier otro instrumento que te ayude a seguir la lectura línea por línea! ¡Intentalo, verás resultados en unos pocos días!
¡La práctica hace al maestro! La cultivación de la lectura es simple, si quieres escribir, lee primero; si quieres leer: ¡anda y ponte a leer!
La disciplina de leer a diario puede ser difícil de obtener debido a la inconsistencia de la vida diaria y sus repercusiones. Sin embargo con un poco de dedicación esta barrera puede ser burlada, y cuando esto pasa, es dificil volver a la norma del no leer.
Puedes intentar:
(a) Comienza a leer algo que te llame la atención, pero del cual sepas virtualmente nada.
(b) Dedícale unos 10 minutos de tu atención total a la lectura a diario.
(c) Cuando sientas que la lectura te aburre y no quieres hacer ni siquiera 10 minutos de eso por un buen tiempo, no sientas temor, cambia la lectura por otra completamente diferente. Sin remordimientos — las introducciones son buenísimas porque son cortas y abarcan todo tipo de temas.
(d) Apártate un rato de la exposición de la televisión u otros aparatos electrónicos al leer. Enfócate en el papel escrito o impreso. La internet es una gran herramienta, al igual que los ordenadores, pero su uso puede distraernos por todo el estímulo que conviene al ser usada.
están buenas estas recomendaciones.