El Artículo de la Semana: es una sección en la cual desmontaré, examinaré y criticaré de forma constructiva artículos que encuentre relevantes durante la semana.
Verán, no lo voy a negar, soy venezolano y he empezado a crear contenido en Steemit relativo a mi experiencia personal, la cual inevitablemente me lleva a hablar sobre mi país. Sin embargo, no quiero dar la impresión de que mi país natal goza de privilegios a la hora de plasmar críticas sobre el papel. Llevo aproximadamente cuatro años y pico viviendo en los Estados Unidos de América, si bien no he perdido mi acento venezolano ni mucho menos, otros viajes personales y mi situación como inmigrante me han dado mucha perspectiva a la hora de analizar la situación de mi país — así como la de cualquiera honestamente.
Dicho esto, y antes de llegar al artículo en sí, quiero abordar la pregunta que muchos inmigrantes recibimos casi a diario en donde sea que nos encontremos: ¿Que está pasando en Venezuela?
Creanme cuando les digo que esta pregunta llega sin avisar. Mientras estás con tus amigos en un bar, inmediatamente luego de que un interlocutor verifica tu proveniencia caribeña, o simplemente cuando lo menos que te apetece es hablar de un tema tan complicado y rebuscado como el volátil panorama socio-político de Venezuela, ¡pum!, te cae en los pies como una granada de mano.
Sin embargo la pregunta llega, te guste o no. Muchas veces a parte de carecer de voluntad para hablar sobre el tema, me encontré despotricando para mis adentros sobre el tema, tipo: ¡Eso mismo quisiera saber yo! ¿¡Que coño es lo que pasa que nadie puede resolver el peo en el que el país se metió!? O otras cavilaciones del tipo: ¿Cómo simplifico todo el peo sin que me metan en la bolsa bipartidista que se tiende a creer que es el común denominador en la política de mi país? ¿Por dónde empiezo?
En lo personal no me gusta dar la impresión que reniego del chavismo o que apoyo a la oposición — para los que no están al tanto, así se les refiere a las dos tendencias políticas de mayor peso en Venezuela. Honestamente creo que los dos partidos son culpables de la situación crítica de la economía venezolana en conjunto con su fractura social.
Cabe destacar que me he tomado muy a pecho jugar al antagonista con cualquier persona, partido, organización o grupo que ostenta o opta por un posición de poder.
Yo no creo en el borreguismo y andar pregonando absolutas verdades las cuales considero por principio irreales. En mi opinión, una verdad absoluta es siempre subjetiva. La gravedad, por ejemplo, es un hecho subjetivo, es innegable su existencia, pero la lógica gravitacional funciona dentro de unos parámetros específicos, fuera de ellos, una declaración lógica absoluta solamente es “verdadera” si sucede en el planeta tierra, fuera de él: la gravedad del planeta tierra es solo un pequeño mecanismo entre millones de sistemas de los cuales sabemos nada e ignoramos todo. ¿Me sigues? No hay verdad sin contexto, y sin contexto no hay explicación que valga para describir la situación socio-política venezolana.
Debido a la seclusión de los medios y el fanatismo de ambos bandos, oposición u oficialismo, la crítica internacional normalmente se queda corta en su análisis o no tiene ni puta idea. He aquí donde he encontrado una excepción a la regla:
Ahora pues, empecemos por identificar las partes del artículo. Voy a dividir el texto en 3 partes importantes que voy a denominar y resumir, además de agregar comentarios cada tanto.
El artículo comienza describiendo a Leopoldo López en su situación de arresto domiciliario actual. El autor nos describe a un López rodeado de libros, colores y rotuladores, viviendo la vida del exiliado político en su propio país. Un ambiente cargado de nostalgia familiar con un toque de extraña tensión reina en las palabras de Hylton; el miedo implícito de la delicada situación de un líder político ametrallado con amenazas e injusticias por un gobierno de turno débil y asustado de que los venezolanos le pasen la cuenta en rojo.
La introducción prosigue como una comparación sutil de idealismos y situaciones entre los métodos de desobediencia civil del Dr Martin Luther King Jr. y las demostraciones pacíficas que en su día López dirigió. Acto seguido tenemos un resúmen ligero sobre los acontecimientos que llevaron al término de privación de libertad de López luego de los acontecimientos durante el mes de Febrero del 2014, así como también se hace mención de los líderes mundiales que han llamado a la liberación de Leopoldo públicamente entre los cuales están: Angela Merkel, Emmanuel Macron, Theresa May, Justin Trudeau, Barack Obama y hasta el polémico actual presidente de los Estados Unidos Donald Trump.
Entre los puntos que considero son los más importantes en esta parte del artículo, están: (a) la herramienta de narración sutil que Hylton utiliza para realzar la historia de miedo detrás del padre que ha sido separado de su familia en varias ocasiones, y que teme que suceda de nuevo; él dicótomo Leopoldo López, humano y líder político en partes iguales — a su vez Hylton se las ingenia para explicar el motivo del silencio de López desde que fue asignado a su situación de casa por cárcel, así como también las altas posibilidades de López de vencer a Nicolás Maduro en elecciones justas y transparentes; y (b) Una breve reseña de los acontecimientos electorales del año pasado, así como también un recuento de los migradores y sus motivos para dejar el país — escasez de alimentos y artículos de primera necesidad, hiperinflación, inseguridad, inestabilidad laboral, entre otros; el primer éxodo en la historia del pueblo venezolano.
En esta por la lectura Hylton me convenció sobre la seriedad de su investigación y sus cualidades como periodista. Hylton acentúa los dos puntos antedichos como conceptos de debate, y admite la cualidad subjetiva de sus interpretaciones. Sin embargo, Hylton entiende que sin estos dos puntos no hay contexto para hablar de la situación socio-política actual de Venezuela.
Hylton recuenta la historia desde la culminación del último caudillo venezolano y compara esto con otros países en el continente Sudamericano, sin embargo, destaca la diferencias de los partidos de izquierdas quienes mientras en otras partes del continente ganaron mucho más auge en los años cincuenta y sesenta, en Venezuela estos fueron ignorados. A continuación nos presenta los inicios del partido Bolivariano, el proceso de reclutamiento de los hermanos Chávez por el mismo y su desarrollo hasta el día en que se lanzó el golpe militar a Carlos Andrés Pérez en 1992, incluyendo por supuesto la mención del Caracazo en 1989.
La historia continua, y Hylton reconoce las fallas de la Cuarta República y entiende la necesidad de los venezolanos de elegir un camino distinto al tratado de Punto Fijo — el tratado firmado por AD y COPEI en 1958 que basicamente les permitía turnarse en el poder por años. Que por cierto, hablando de autocracias democráticas, esto es un buen ejemplo.
Más adelante, Hylton hace mención sobre las alegaciones de que Chávez se robaba las elecciones, y las desmonta poco a poco, diciendo básicamente que “Chávez no necesitaba robarse las elecciones”, porque era popular, cosa que muchos opositores reniegan y que es simplemente un hecho, Chávez era popular y ganó muchas elecciones en toda regla.
No obstante, lo que no se justifica es que Chávez una vez llegado al poder, se encargó de desmontar cada una de las instituciones democráticas, y en vez de reformarlas para su buen funcionamiento las endoctrinó; Chávez ganaba elecciones democráticas, con un sistema democrático que el mismo reinvento. Dígame usted, si el poder electoral no es autónomo, si es pagado por la nomina de PDVSA (en corto: Petroleos de Venezuela), que es controlada por el gobierno, y salen en televisión apoyando y vistiendo los colores del PSUV (en corto: Partido Socialista Venezolano) ¿Es esta una institución que muestra autonomía o dependencia de un líder carismático?
No se ustedes, pero a mí el socialismo que el póstumo Hugo Rafaél Chávez Frías me vendió estaba lleno de resentimiento, de odio. Se nutre del resentimiento para generar poder político y en el camino destruye las causas dignas incluso de aquellos que con tanto fervor se apoyaron en esta ideología. El chavismo cayó tan bajo que drenó todo el néctar romántico de la Comuna de París, o del movimiento obrero histórico real.
Sin embargo, no todo lo que Chávez implementó fue desastroso. Muchas de sus ideas las aplaudo, como las becas, las misiones, y los programas sociales que apoyó en su día. He aquí, en mi opinión, la valía de Chávez para sus seguidores pero su mayor debilidad al mismo tiempo; todas sus ideas y acciones fueron previstas para resolver problemas a corto plazo, las cuales nunca fueron mejoradas debido a que la crítica constructiva en el gobierno de Chávez era tomada con fanatismo e ignorada por la mayoría de sus seguidores. Soluciones a largo plazo, da la impresión, nunca estuvieron sobre el plato. Y esto reafirmó el comportamiento de pensamiento de grupo (groupthink) que el gabinete de Chávez sostiene hasta el día de hoy, algo que yo considero perjudicial para cualquier democracia.
Yo sostengo la teoría del oportunismo del partido socialista, la cual trajo cambios necesarios en la dinámica social de Venezuela. Pero, tristemente estoy en desacuerdo con su concepción de la palabra Revolución.
Por definición, revolución como la define Steve Keil significa: un cambio drástico que conlleva un gran impacto en la forma en la que pensamos y actuamos — siendo esta la definición de revolución que yo considero más acertada, hay muchas otras — y esta forma de pensar o de acuñar el término de revolución es provocadora; las revoluciones deben cumplir su objetivo: cambiar la forma de pensar y de actuar del día de forma drástica, lo que no es una revolución: es pregonar una prorrogación de esta forma de pensar y actuar como si fuera definitiva o absoluta. Siendo el último, el mayor motivo por el cual gobiernos corruptos se establecen bajo el estandarte falso de una revolución que por definición no existe.
Así que podríamos decir que el mérito de inclusión social se lo otorgo a Chávez. Lo que nunca le voy a perdonar es la falta de hombría que tuvo para admitir sus errores — como por ejemplo que de economía y administración su gabinete no tenía ni puta idea. Justamente un punto que Hylton toca más adelante en su artículo y que nos lleva al segundo eje de suma importancia en este análisis: el petróleo de Venezuela.
Hylton nos cuenta como luego del golpe del 2002, Chávez se volvió paranoico — honestamente no sin razón, las políticas internacionales de los Estados Unidos son inaceptables cuando se refiere a Latinoamérica. Empezó a desmontar toda institución gubernamental o no, hasta extinguir el sector privado a cenizas.
El punto de inflexión de Hylton es mostrar los factores que muestran a Chávez como mal gestor de la industria petrolera; en corto Chávez era un firme creyente de que las reservas de petróleo son finitas y que por ende limitar su producción causaría la subida de su precio. Una decisión que no es la más popular entre las grandes compañías explotadoras de petróleo.
También se mencionan los acuerdos con Rusia y China a cambio de ayuda con la deuda externa, cosa que como bien sabemos ahora nos está perjudicando enormemente debido a que somos la planta de energía de dos potencias mundiales, que les importa poco el bienestar de nuestra gente siempre y cuando los venezolanos les sigamos otorgando privilegios y petróleo incluso a costa de pasar hambre y miseria.
En otras palabras, Rusia y China le van a seguir dando dinero a Venezuela para extender este régimen corrupto, porque les conviene, así como a los Estados Unidos le convenía comprarle petróleo en efectivo a Venezuela cuando Chávez estaba vivo sin importar que el mismo basará todo su discurso popular en hacer ver los gringos como enemigos: a los políticos les importa un bledo tu bienestar, pero este es el juego que tenemos que abordar, así que lo mejor que podemos hacer es jugar limpiamente e inteligentemente así no nos salpicamos en mierda.
Además yo podría llegar decir que, si bien las actividades imperialistas de los Estados Unidos han jodido a latinoamérica por años, no creo que buscar el respaldo de Rusia y China (dos candidatos al trono imperial) haya sido muy inteligente. Dígame usted, si hoy en día Venezuela no puede cumplir con sus acuerdos internacionales con los dos países mencionados anteriormente, ¿quién se convierte en el enemigo ahora: ¿El gobierno Chino o el Ruso por demandar lo que nuestros líderes corruptos les prometieron a costa de una falsa ilusión de protección contra las políticas internacionales del “imperio”?
A todas estas luego de criticar tanto al gobierno de turno, le toca a los viejos inútiles de la cuarta república, quienes no son más que sangre de chinche. Huelen mal, sus ideas son reaccionarias, no tienen ni ton ni son, no inspiran ni a mi abuela que tiene noventa y un años paseando por Venezuela. Son más de lo mismo, de economía dicen saber mientras se enriquezcan los bolsillos — cosa que por supuesto, y además con descaro, hizo la administración de Chávez, y hace hoy día con más sarna que nunca la de Nicolás Maduro — para comprar whisky envejecido y comprarse mansiones en el Este de Caracas. En fín a estos les dedico un párrafo nada más porque están tan obsoletos que no vale la pena darles mucho crédito
Esta parte culmina con la causa de las decisiones antedichas, las cuales llevaron al gobierno de Chávez y de Maduro a devaluar la moneda como mecanismo de defensa.
Finalmente, volvemos a la historia de López desde pequeño, su vida personal y sus aspiraciones políticas, así como también se hace mención de sus logros como entidad política en el pasado, y sus cualidades y cambios recientes, los cuales no voy a mencionar en profundidad (lean el artículo si pueden) pero que me llevaron a conclusiones sobre López honstamente inesperadas; yo que me considero anarquista de corazón, pero intelectual en la práctica, terminé sorprendido por mis propias conclusiones.
En algún punto leí algo que me encanto, por primera vez leo en la prensa internacional de la separación consciente entre el partido de la Unidad; partido de oposición, y Leopoldo como líder político. Este punto es muy importante debido a que siendo objetivos: la polarización de ideas; todas tan radicales, solo en blanco o negro, sin gradientes, sin grises ni medios tonos; secas, en la que la sociedad venezolana ha sucumbido durante al menos una década y media, es deplorable.
Los venezolanos hemos perdido la habilidad para organizar proyectos en término medio; si las cosas no pintan rojas no se hacen, si las cosas no son azules, no se hacen. Discusiones que no llevan a nada más que a la desesperación y frustración del pueblo a quienes estos políticos dicen dedicar su causa y sudor.
En fin, si hay algo de lo que estoy seguro es que Venezuela echa en falta el término medio. Un partido del centro que traiga consigo comunión de ideas, soluciones a corto y largo plazo, y por sobre todo una línea de pensamiento seria y concreta, desprovista si es posible de fanatismos innecesarios pero provista de idealismos frescos y prácticos que puedan regocijar el alma del pueblo venezolano.
He aquí me parece a mí donde mis ideas y las del autor del artículo convergen. De principio a fin la historia pinta a Leopoldo como el Líder progresista y relativamente joven que trae balance y cambió a el panorama político venezolano. Y en este punto, y debido al raro rumbo de los acontecimientos de los últimos años: hasta ahora, Leopoldo es la única opción racional que se presenta como candidato serio a la presidencia de Venezuela.
La tercera parte del artículo, culmina descartando los rumores de que una invasión por parte de organismos internacionales, sencillamente porque hay cinco puestos que deciden el futuro de estas cosas, y (a) están muy ocupados en el medio oriente para pelear en diferentes flancos; y (b) por que dos de ellos — Rusia y China — podrían oponerse fuertemente a los otros tres — Francia, el Reino Unido y USA — y es poco probable que se tomen la molestia de hacer eso si no van a sacar una buena tajada del resultado.
Sin mucho más que destacar más que el hecho de que López considera que se debe hacer lo necesario para sacar a este gobierno de poder. El artículo termina con la impresión de que hay una esperanza que es: administrar presión a este débil gobierno de cualquier manera y forma posible.
Luego veremos como hacemos para sacar el país adelante.
Bueno, esta fue mi Reseña del Artículo de la Semana, espero que se lo tomen con coca-cola y mantengan una actitud seria y abierta sobre los puntos mencionados.
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¡Hasta la Próxima!