Puede que esa clase de dolores nunca nos abandonen del todo, pero a pesar de ellos (o gracias ellos) se despiertan a veces nuevas fuerzas, nuevas inspiraciones. Porque hay que decir, hay que liberar esos sentimientos, y no pocas veces viene a ser el arte, en cualquier forma, la que nos ayuda a proyectar y transformar lo que de otro modo sería sólo silencio y aflicción. Tu abuelo está allí, en ese poema, y está allí, en ti, eso es lo hermoso de la literatura, es capaz de salvarnos (y tal vez de salvar a los demás) del tiempo y el olvido.
Puede que esa clase de dolores nunca nos abandonen del todo, pero a pesar de ellos (o gracias ellos) se despiertan a veces nuevas fuerzas, nuevas inspiraciones. Porque hay que decir, hay que liberar esos sentimientos, y no pocas veces viene a ser el arte, en cualquier forma, la que nos ayuda a proyectar y transformar lo que de otro modo sería sólo silencio y aflicción. Tu abuelo está allí, en ese poema, y está allí, en ti, eso es lo hermoso de la literatura, es capaz de salvarnos (y tal vez de salvar a los demás) del tiempo y el olvido.