¿Era Sissi anoréxica y cocainómana? ¡10 cosas que no sabías sobre ella!

¡Hola chicos!

Ya estoy por aquí de vuelta con vosotros y hoy os vengo a hablar de uno de mis personajes favoritos de la historia, que me tiene intrigada desde que empecé a leer algo sobre ella.

Una de mis grandes aficiones es leer todo tipo de biografías, sobre todo aquellas sobre mujeres que han hecho historia por ser diferentes a como "deberían ser". Por eso, cuando me topé con este libro de Cristina Morató supe que sería uno de los que tienen un hueco especial en mi estantería, y no me equivocaba.

"Reinas malditas" de Cristina Morató

Y aunque podría tirarme durante años hablando sobre todas las biografías e historias de estas mujeres, tengo que decir que la de Sissi me robó el corazón. Yo ya sabía algo de ella por mi viaje a Viena-Budapest pero quién iba a imaginar lo que había detrás de esta mujer.

Aquí os dejo las 20 cosas que más impresionaron sobre Sissi o Isabel de Baviera.

1-Su suegra no podía ni verla porque no creía que actuase como una emperatriz de verdad. Y esto no es de extrañar: Sissi bebía cerveza, fumaba y lo que más le gustaba era montar a caballo. Unas aficiones muy normales pero que en el siglo XIX no era lo que se esperaba de una señorita y mucho menos de una emperatriz...

2-Aunque quería a su marido, tenían formas completamente distintas de ver la vida...y de gobernar. Sissi, como amante de la libertad, quería que el pueblo tuviese el poder y no podía soportar la monarquía absolutista que practicaba su marido. Una de
sus mayores broncas conyugales fue producida por el ansia de Sissi de querer devolver al pueblo húngaro (al que amaba por encima de todo y el cual le apodó "la emperatriz húngara" como muestra del cariño mutuo) la democracia. Finalmente, Sissi negoció con su marido y consiguió lo que quería.

3-Sissi estaba totalmente obsesionada con su cuerpo y con no perder su estrechísima cintura. Nunca llegó a pesar más de 50 kg y esta era la dieta que seguía: no comer durante días y pasarse otros cuantos solo a base de frutas, junto con caminatas diarias de más de cuatro horas y salidas a caballo de igual duración. Debido a estos hábitos, su salud era muy débil y llegó a ser diagnosticada con una enfermedad que hoy conoceríamos como "anorexia".

4-Tanto le preocupaba su imagen, que una de sus máximas preocupaciones era su denso y largo cabello negro. Jamás quiso cortar su melena y sus criadas le dedicaban rutinas de belleza de más de 6 horas en las que lavaban, secaban y peinaban su cabello. Pero esta increíble y larga melena también le trajo más problemas de salud, ya que pesaba casi tres kilos y le producía numerosos dolores de cabeza. Aquí os dejo una foto que tomé en el Palacio Hofburg de Viena, en la zona dedicada a Sissi dónde muestran una replica de lo que sería su pelo por aquel entonces.

5-¿Cuál fue la solución a sus problemas de salud? como era propio de la época, los médicos que le atendían le recetaban dosis de cocaína como remedio medicinal. Quizás esto explicara algunos de los hechos que ocurrieron más adelante...

6-Una de las tragedias que más le afectaron fue la muerte de su hija Sophie cuando tenía dos años. Sucedió durante uno de los largos viajes de Sissi hacia Hungría y que, esta vez, se había empeñado en llevarse a sus hijas. La pequeña padeció de diarreas y fiebre durante todo el trayecto (al igual que su hermana pequeña Gisela, quién logró recuperarse) hasta que finalmente murió en las manos de su madre. Esto reforzaría la idea que tenía la suegra de Sissi de que no podía ocuparse de sus hijos y, según fueron naciendo todos, fueron despojados de su madre y criados por institutrices.

7-Otra de las muertes que más afectó a Sissi fue la de su único hijo varón, al que adoraba por encima de todo: Rodolfo, un hombre que tenía las mismas ansias de libertad que su madre. Este fue encontrado muerto junto a su amante en su habitación. A día de hoy no se saben las causas exactas de su muerte. Se habla de suicidio, de doble asesinato...

8-Sissi era una mujer muy culta y le encantaba la literatura griega, teniendo en especial cariño a su héroe Ulises. Esto, unido a su pasión por viajar y conocer otros lugares, convirtió a Sissi en una aventurera marinera que incluso se tatuó un ancla en el hombro. Pero como siempre ocurría con la emperatriz, esto también se convirtió en un problema: hacía navegaciones muy peligrosas bajo enormes tormentas, poniendo a toda su tripulación en peligro. Una de las anécdotas más representativas de este hobbie ocurrió también bajo una tormenta, en su barco habitual, cuando Sissi quiso atarse al mástil porque como ella explicaba "al igual que a Ulises, a mí también me llaman las sirenas para que vaya junto a ellas".

9-Para una persona tan obsesionada con su imagen (que no es de extrañar, pues allí dónde iba le conocían como "la emperatriz más bella del mundo") envejecer no debe ser nada fácil, y tampoco lo fue para Sissi. En los últimos años antes de su muerte, la emperatriz no quiso que le hicieran retratos ni fotografías porque no quería que nadie viese su rostro envejeciendo. De hecho, solía acudir a todos los sitios con un velo negro que le cubría hasta los hombros.

10-Sissi murió por asesinato. Mientras paseaba por las calles de Ginebra, en otro de sus viajes, un joven se chocó con ella y la emperatriz cayó al suelo. En seguida se levantó y subió al barco para continuar su viaje pero al poco de zarpar el barco, Sissi se desmayó. Fue entonces cuando su tripulación descubrió que tenía sangre en el abdomen. El joven con el que se había chocado era un conocido anti-monárquico que planeaba atentar contra el heredero del trono francés, pero al cancelar este tu viaje a Ginebra, decidió atentar con otro miembro de la corona: la emperatriz de Austria. Finalmente, el antimonárquico acabó con la vida de Sissi a los 60 años, con la punta de un stiletto aunque en el juicio para su sentencia confesaría su arrepentimiento. Sissi fue enterrada en la Cripta Imperial de Viena, en contra de sus últimas voluntades ya que la emperatriz deseaba ser enterrada en su lugar favorito del mundo: la isla de Corfú, lejos de la familia Imperial que tan infeliz le había hecho durante la mayor parte de su vida. Esta es la última fotografía que se tiene de ella.

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