Traje de ave.
Elegante y de regio colorido
la vi esa tarde toda de esplendor
con su blusa amarilla y un olor
cuyo efluvio en mí se quedó metido.
Cargaba pantalón negro ceñido
dibujando estructuras de rigor,
y aquel sombrero de negro color
complementaba el giro repartido.
Entre amarillo y negro aquel atuendo
le daba aspecto bello y estupendo
que acompañaba su voz musical.
Yo me puse a mirarla y a escucharla
en grata sensación de así apreciarla,
y quise en el momento ser turpial.
Hermoso post saludos!
Muchas gracias, muchacha. Recibo con agrado tu comentario matinal y canto de turpial.