El vendedor respondió: "Esta bien señora, llévelos al precio que usted quiera". Puede ser, que este sea un buen comienzo, porque hoy no he podido vender ni un solo pan.
Ella tomó los panes y se fue sintiendo que había ganado. Se subió a su automóvil y se fue a un elegante restaurante con una amiga.
Allí, ella y su amiga, ordenaron de la carta, lo que mas les gustaba. Comieron un poco y dejaron mucho de lo que ordenaron. Luego ella fue a pagar la cuenta. La factura le costó 5 millones / -. Ella pidió que se cobraran de su tarjeta 6 millones / - y le pidieron al dueño del restaurante que se quedara con el cambio.
Este incidente podría haber parecido bastante normal para el propietario pero, muy doloroso para el pobre vendedor de pan.
La cuestión es:
¿Por qué siempre demostramos que tenemos el poder cuando compramos a los necesitados? ¿Y por qué somos tan generosos con aquellos que ni siquiera necesitan nuestra generosidad? ¿Por qué nos gusta tanto vivir de las apariencias?
Creo que hay gente que se siente inferior, entonces pretende demostrarle al que concideran "superior" que son "mejores" por medio de este tipo de acciones. Al pobre vendedor de pan no había que demostrarle nada.
exacto @nachocarballeda ¡¡ y lamentablemente muchas personas piensan de esta manera...
me gustaria que leas este post (https://steemit.com/latinoamerica/@legna18205/latinos-unidos-si-tenemos-poder)
Me gustó mucho, tiene un buen mensaje.
gracias @pavanjr