Estudiaba yo el séptimo semestre de Comunicación Social en la Universidad Santa María. Quería ejercer desde mucho antes pero no se habían presentado las oportunidades, solo una, pero eso es otro capítulo que algún día contaré (porque aunque solo estuve 15 días en esa “oportunidad”, trajo consecuencias positivas).
Corría el primer trimestre del año 2010, me encontraba trabajando en una empresa de seguros como analista de reembolsos y el contrato culminaría en el mes de marzo. Llegó el día que quedé sin empleo y buscar nuevamente.
Una gran amiga, a quien conocí en un concierto (para variar), le comenté que estaba en búsqueda de trabajo. Ella me comentó que la periodista de su oficina estaba por renunciar y que le enviara mi hoja de vida para ella entregarla al Jefe de Personal y a su vez ser candidata para ocupar ese puesto vacante.
La entrevista me la hicieron el lunes 17 de mayo y el miércoles 19 estaba comenzando mi primer día en mi nuevo empleo. No lo podía creer. Y además, como Periodista Institucional. No le podía pedir más a la vida.
Me hicieron un recorrido por todos los departamentos y me presentaron como la nueva periodista. ¡Qué nota!
Empecé a pulirme en muchas cosas, aprendiendo de lo que la anterior compañera había dejado. Notas de prensa, campañas, entrevistas, boletines informativos, promoción, etc. Todavía conservo todo lo que ella dejó en una carpeta en mi computadora. Sí, ocho años después.
En esta organización he conocido gente maravillosa, increíble, esas por las cuales te sientes orgullosa de pertenecer al gran equipo y por supuesto, de ser venezolana. ¿Por qué? Porque me permitió conocer el trabajo de los maestros, pero de los que trabajan como hormiguita, de los que sortean dificultades para llegar a sus sitios de trabajo y dar lo mejor de sí a sus muchachos. Mis compañeras y panas de la oficina, mis colegas de la radio, todos con una calidad humana fuera de serie, sobre todo los muchachos de la radio porque hacen que el ciudadano más necesitado tenga un espacio para la denuncia, que su voz sea escuchada y tomada en cuenta.
Foto por: Lenys Carolina M.N.
Recuerdo que cuando me gradué (29 de mayo de 2013) hubo personas que me llegaron a decir: “¡Bueno, ya te puedes ir de ahí!” y yo me preguntaba: “¿Por qué si me siento tan bien ahí? ¿Por qué si me gusta lo que hago? ¿Por qué si tengo estabilidad?”. Meses después me inscribí en otra universidad que para cializaciónme permitiese poner en práctica en mi oficio todo lo aprendido. Y así ha sido hasta ahora.
Por eso siempre estaré agradecida con Dios, con la vida, con esa amiga que me ayudó a ingresar a este equipo de trabajo y por supuesto a este movimiento educativo que me ha ayudado a crecer humana y profesionalmente:
Fe y Alegría.
Foto tomada desde la cámara institucional
Lenys, que bonita experiencia de vida. Que alegría conocer experiencias positivas en Fe y Alegría. Agradecerte por toda tu entrega y dedicación. Un fuerte abrazo!!!
Gracias a ti y a todos los compañeros de nuestra noble institución por su grandeza y compromiso con los más necesitados.
Cuando vaya quiero conocer contigo una de esas experiencias de Fe y Alegría en algun barrio.
¡Seguro que sí, Chucho! Yo encantada.
Que bonita experiencia la verdad, me alegro mucho que tengas esas ganas de crecer y prepararte, aún sobre todo amar tu trabajo. Saludos.
¡Así es, @Kimberlynv! Hay que amar lo que se hace y sobre todo: aprender cada día. ¡Saludos!
Fe y Alegría tiene algo que te engancha, a mí me pasó que quedé fascinado desde que me entrevistó Escandell, la pasión que desbordaban sus palabras de la labor que se hacía en la radio fue lo que me atrajo a quedarme con el puesto. Además, que curse estudio en el IUJO y de alguna manera deseo retribuir todo lo aprendido en esa institución, que aunque no tenga nada que ver con el periodismo me abrió la mente y la forma en cómo veía las clases y de alguna manera despertó en mí la curiosidad en las ciencias sociales.
Definitivamente, @Theodoraskis, Fe y Alegría tiene algo que te engancha y hace que te conectes de una manera tal que cuando vienes a ver ha pasado el tiempo y te das cuenta de todo el camino recorrido. ¡Qué buena escuela tuviste con el IUJO! Mucho éxito en este nuevo rol que empezaste desde hace poco y estoy segura que brillarás y destacarás.
Me encanta Fe y Alegría. Pero no porque vendía las rifas en el colegio sino porque los talleres de Medianálisis me llevaron a saber de ustedes, uno a uno, en Maracaibo y Caracas, y ahora conocí el lado de los maestros con mi labor social. Es lo máximo. Además, una vez entrevisté a Teresita, una maestra con 37 años allí y claro, amo a Luisa Paz jejeje.