¿ Existen los milagros?

Buenas tardes estemians, espero que esta año haya comenzado con buen pie para todos, en esta oportunidad les hablaré acerca de un tema que puede llegar a ser un poco controversial sobre todo para personas no creyentes en temas religiosos y todas estas cosas.

En el mundo, desde hace muchísimo tiempo han ocurrido hechos de curaciones o resolución de problemas de manera misteriosa y sin explicación alguna y como persona que cuestiona muchas cosas de la vida, y quizá con un toque de incredulidad, me hacía preguntas como: ¿ Realmente existe un intervención divina la cual actúa sobre nosotros? o ¿ Cuánta fe se necesita para obtener un milagro?. Son preguntas que quedan al aire, sin embargo, les contaré mi experiencia con un hecho que marcó mi vida y podría decirse que hay un antes y un después de mi manera de ver la cosas

En la dulce espera

Todo estaba listo para recibir a nuestro pequeñín, fue un embarazo planificado, transcurrió de manera normal, sin complicaciones y como buenos primerizos super ansiosos con la llegada del príncipe de la casa.

Llegó el día

Él quería nacer rápido por lo que se adelantó 3 semanas pero eso no fue motivo para que su salud fallara, nació sano, en un trabajo de parto bastante rápido (gracias a Dios jeje). toda su familia super contenta por su llegada.

Esta es una de las últimas fotos que le tomé antes de comenzar nuestro martirio

A los pocos días de nacido (12 o 13 días), nuestro pequeño Diego Alejandro comenzó a presentar una pequeña dificultad respiratoria, específicamente pequeños episodios de tos con los cuales se le dificultaba retomar aire nuevamente para respirar, al llevarlo a pediatra se nos indicó que era normal y podría ser una pequeña gripe la cual se curaría con lavados nasales. A medida que pasaban los días estas pequeños episodios de tos aumentaban y con mayor intensidad por lo que recurrimos a su pediatra personal, esta nos informó que los síntomas presentados coincidían al " Síndrome coqueluchoide " y que el mismo debía tratarse de manera inmediata en el hospital puesto que de no hacerlo podría tener consecuencias graves y la vacuna que se coloca para combatirla (tosferina) se colocaba a los dos meses de edad. Siguiendo las recomendaciones de la pediatra nos dirigimos a diversos hospitales pero todos negaban la posibilidad de la bacteria en nuestro pequeño. Los días se hicieron mas duros y los episodios mas fuertes, no dormiamos ya que estos episodios aumentaban en la madrugada y debíamos asegurarnos que Diego lograra recuperar la respiración. Ya entrados los 20 días de nacido los episodios de tos eran tan fuertes que terminaban en cianosis (coloración morada de labios y nariz por falta de oxígeno en la sangre) y en caso de no reaccionar se le llegó a administrar respiración boca a boca. A pesar de contar con todos los síntomas de la enfermedad los medicos no recurrían a ningún tratamiento para combatirla incluso uno de ellos llego a asegurar que todo se debía a el consumo de arepa con queso de mi parte (cosas de medico). Gracias a unas llamadas logramos ser atendidos por una doctora especialista en estos casos, la cual, al ver la situación, internó de manera inmediata a Diego en el area de emergencia, Diego solo contaba con 26 días de nacido. La situación no mejoró, en la madrugada de ese día, Diego sufrió su peor crisis en la cual, se desmayó y según una compañera de habitación había dejado de respirar. Los médicos se lo llevaron corriendo, yo solo quede paralizada y al pasar unos minutos la doctora me dice que Diego seria trasladado a cuidados intermedios y que por su situación debía "tener fe". Ese día solo pude verlo una vez y debía regresar a la casa. Al día siguiente al ir a visitar a mi hijo me encuentro con la sorpresa de que había sido trasladado a cuidados intensivos tras sufrir otra fuerte crisis y episodios convulsivos. Al verlo, la sensación fue horrible, Diego no respiraba solo, lo ayudaba el ventilador, estaba lleno de moretones por las vías y el hospital no contaba con todos los recursos para atenderlo, una enfermera se nos acercó y sus palabra nuevamente hacían referencia a la"fe". Los días se hacían eternos, no solo por el hecho de la hospitalización, sino tambien por la corredera de ir a hacer los exámenes o de encontrar los insumos. La fe que nos pedía la vida poco a poco la fui perdiendo, simplemente sentí que la vida era injusta con quienes hacían el bien habiendo tanto mal en el mundo. Un Día (según me cuenta mi mamá), uno de mis tios, se comunico con ella para preguntar por el estado de salud del bebé, mi mamá resignada le comenta que su estado de salud seguía igual y que solo debíamos esperar, mi tio esperanzado le comenta que justo en ese momento su casa se había iluminado con un resplandor de luz bastante fuerte y que el lo había tomado como una señal, que todo estaría bien. Para sorpresa de todos ese mismo día, nos habían comunicado que el desarrollo de Diego estaba siendo positivo, ya no necesitaba la ayuda del respirador artificial y que era el próximo después de 7 días en cuidados intensivos en ser cambiado a cuidados intermedios, y realmente fue así, Diego fue trasladado a cuidados intermedios donde duró 7 días más y fue dado de alta.

Hoy Diego tiene 2 años y medio, y, a pesar de que los doctores dijeron que podría tener consecuencias por la falta de oxígeno al cerebro, es un niño super inteligente y sano. No le quito el mérito al trabajo realizado por los doctores ni enfermeras de cuidados intensivos porque con ellos estaré eternamente agradecida pero tampoco le quitaré el merito a quien devolvió a mi la fe que había perdido, sobre todo la fe en las personas ya que en todo este trayecto son incontables las personas que se movieron y enviaron palabras de consuelo, fueron incontables las donaciones que recibí y fueron incontables las personas que estuvieron allí presentes.

Aquí con el que una vez llamaron "Milagro de la vida"

Se despide de ustedes Shawny, disculpen lo largo del post, resumí lo mas que pude jeje. Si les gustó no duden en comentar y votar.