Esta mañana me levanté para ir al trabajo, me pregunté mirando mis ojos tristes frente al espejo ¿hasta cuándo durará esta “bendita” crisis? Nadie sabe cuánto tiempo durará?. Es inevitable sentir ansiedad respecto al futuro, y evitar que en mi cabeza revoletean todas estas interrogantes: ¿Compró la afeitadora o el café? ¿Qué cenaremos hoy? , ¿Cuánto habrá subido el kilo de azúcar? , ¿Encontraré antibióticos en la farmacia?, ¿Cuántas personas más de mi familia tendrán que irse del país? , ¿Podrá mi hijo comprarse una vivienda digna o tendrá que vivir conmigo hasta que tenga cuarenta años? Todos estos sucesos son ajenos a nuestra voluntad, por más que nos levantemos temprano no recogemos agua limpia, por más que trabajemos día y noche y nos ganemos el dinero con el sudor de la frente, el dinero no nos es suficiente para comprar los alimentos.
Nuestra única esperanza nos viene de Dios, que por su infinita misericordia nos fortalece espiritualmente y nos mantiene vivos, si, vivos y es un milagro patente estar vivos porque carecemos de muchos nutrientes que amerita nuestro cuerpo.
La crisis económica nos afecta a todos de manera diferente, y todos tenemos una forma individual y única de sobrellevar las situaciones estresantes No todos reaccionamos de la misma manera algunos por muy duro que les parezca mi reseña se lanzan al metro para acabar con su vida y esto es una realidad de todos los días, otros divagan por las calles y hablan solos, otros están de mal humor contestando palabrotas, otros están sumergidos en un submundo y les parece que todo está bien, son los positivos al extremo esos son los que sufren menos a mi parecer y están los negativos al extremo los que desearon incluso no haber nacido.
Algunos de ustedes se estará diciendo pero que texto tan negro y dramático escribió Lisette, la verdad es que no podemos tapar el sol con un dedo, ¡estamos jodidos ¡Sin embargo siempre queda una llama dentro de nuestro corazón que mantiene encendida nuestra esperanza, esta llamita se llama resiliencia que es la capacidad interior que tiene una persona para enfrentar con éxito las situaciones adversas.
La resiliencia puede aprenderse y debemos aprenderla, pero, ya de inmediato¡ para no ahogarnos en un mar de lagrimas, para no lanzarnos al metro, para no continuar gritando a todo pulmón nuestras palabras obscenas y repito “debemos” cambiar nuestra actitud frente a la vida porque no me escapo de sentirme sumergida en la desesperanza, y desesperación por eso hoy me repito “ soy capaz de superar esta situación y no morir en el intento..
En medio de la precariedad que es la palabra que mejor describe la crisis económica del país tendré una actitud optimista, saludaré a la gente con amabilidad, me acercaré a las personas sonriendo, tendré paciencia cuando pasen tres ,cuatro y hasta cinco camionetas llenas de gente y no pueda montarme, me pondré un sombrero para que el sol no achicharre mi piel los días que tenga que caminar de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, si voy al mercado a comprar yuca y no me alcanza el dinero compraré ocumo, si no puedo comprar pollo compraré sardinas, si no puedo comprar un pantalón nuevo remendaré el que tengo, conversaré con gente optimista y me pondré ciega sorda y muda ante la gente negativa, aumentaré las ganas de vivir ser feliz, así podré flotar como un corcho sobre las adversidades. Porque tengo esperanza que vendrán tiempos mejores y bendiciones para nuestro país.
Imagen de mi autoria. Bailadores-Estado Mérida.
Este tema musical habla sobre la indiferencia de los gobernantes ante el sufrimiento del pueblo.
Cultura Profética - Le da igual (Oficial Lyric Video)