En un lugar muy lejano y desconocido del mundo se encuentra el laboratorio llamado: “Que todos sean felices”. El químico Smith, viendo a la humanidad por medio de sus cámaras que tiene ubicada en el mundo entero, puede observar que el ser humano no logra ser feliz. Smith observa muchas necesidades, soledades, tristezas, rabias, odios. Ve también personas que por medio de su alegría contagia a tantas personas, pero no son mayoría, esas personas que viven alegres y gozosos, emanan una gran luz al mundo, pero los demás con sus tristezas y malos deseos, reflejan una gran oscuridad.
Smith reflexionando sobre esta situación, piensa que debe hacer algo por todas las personas del mundo, porque si siguen todo así, el mundo morirá envueltos en una oscuridad sumergido en la tristeza.
Comienza Smith a echar cabeza, a pensar, y pensar, maquinando que podría hacer él para cambiar esa situación si cambiar el curso de las cosas.
Smith se dirige a su laboratorio y comienza a plasmar lo que desea hacer, comienza a mezclar diferentes sentimientos, buenos y malos, ¿Por qué los malos? Porque esos hacen despertar muchas veces de la apatía, despiertan a los sentimientos buenos, activan las alarmas internamente, para combatir a la oscuridad y los malos sentimientos que intentan albergarse en los corazones y los de los seres queridos.
A Smith se le ocurrió llevar a cabo una pastilla llamada: La felicidad, pero él se pregunta así mismo: ¿Pero qué ingredientes o componentes debe tener?
Empezó a escribir todo lo que se le iba ocurriendo para añadirle a esa pastilla tan importante: Amor, entusiasmo, libertad, vida, aceptación de los problemas, asumir los defectos y las debilidades, ánimo, alegría, tolerancia, amistad, compañerismo, servicio, empatía, paciencia, resiliencia, fortaleza, fraternidad y compartir.
Pero antes de seguir, quiso volver a ver por sus cámaras, y observar las cosas buenas de cada humano. Esas cámaras tenían unos captadores de sentimientos, que podían adentrarse a cualquier corazón del ser humano.
Smith programó estos captadores para que solamente les mostrara los buenos sentimientos de ellos. Así lo hicieron las cámaras, empezando por los niños donde logró captar: La inocencia, la sonrisa, la transparencia, la solidaridad, el juego, el compartir, la verdad, y pare de contar.
Luego de esto, empezó a pensar: ¿En qué momento, nosotros los humanos perdimos todos esos sentimientos que tienen los niños? ¿En qué momento cambiamos esa mente y ese corazón, esa inocencia, quién nos la robó?
Por un momento el sentimiento de la tristeza se albergó en el corazón de Smith, entró el desánimo, la rabia, al ver como la humanidad estaba tan dañada, y decidió parar y no continuar.
Pero los ingredientes que él ya había organizado, juntaron todas sus fuerzas para impregnar con su olor todo el laboratorio. El laboratorio se impregnó de: Amor, entusiasmo, libertad, vida, aceptación de los problemas, asumir los defectos y las debilidades, ánimo, alegría, tolerancia, amistad, compañerismo, servicio, empatía, paciencia, resiliencia, fortaleza, fraternidad, compartir, y tantas otras cosas más que Smith había seguido añadiendo, llegando ese olor a su corazón.
Smith afligido, sintió el olor, se levantó de un brinco, se colocó los lentes y dijo: “Vamos a trabajar”. Llamó a sus asistentes, todos se pusieron a trabajar por la felicidad de la humanidad. Estuvieron luchando toda la noche por este nuevo invento que cambiaría la vida de muchos.
Smith y su equipo crearon la pastilla de la felicidad. Empezaron a distribuirla por todos los países, ciudades, pueblos, farmacias, mercados, abastos, en todo el mundoooooo.
Esta pastilla fue hecha para todas las edades, no crea dependencia, ni afecta ningún organismo, no tiene efectos secundarios dañinos, solo efectos positivos, la tierra vivió feliz eternamente en las buenas y en las malas.
En diciembre muchas personas pareciera que tomaron muchas pastillas de la felicidad, ja, ja, ja, celebraciones, alegría, música, canto, fraternidad, ayuda a los necesitados, reconciliación y tantas cosas más, cerraron el año muy alegres y felices.
Si nos ponemos a pensar: ¿Cuántas veces en el año estuvimos tristes? ¿Cuántas veces en el año 2021 estuvimos alegres? ¿somos felices siempre o a veces?
¿Cuánta calificación del 1 al 10 pudieras darle a cada una de esas preguntas?
¿Cómo valoras tu vida? ¿Tu felicidad? Del 1al 10, anímate a evaluar tu vida, y deja tu comentario por aquí, ¿Cuántas pastillas de la felicidad necesitas para los diferentes momentos de tu vida? Espero tu respuesta.
Las imágenes son cortesía de pixabay, la primera imagen fue editada y realizada con la aplicación Social Media Post. Mi firma con aplicación Canva.
Necesito una receta de varias pastillas de esas, a veces somos tontos y nos empeñamos en quedarnos en la tristeza, pero si evaluamos y pensamos bien es mejor ser felices siempre.
Linda publicación.
Un abrazo amiga
Esoooo que buena información
Una relato lleno de positividad y optimismo. Una dosis de la pastillita de la felicidad, siempre es buena para ponerle color a esos días de bajones. Gracias por compartirlo, mi Lis. Un abrazote.
Necesito una medicina de esas :) <3
Creo que todos estamos o pasamos estos últimos meses terribles, nadie estuvo exento, habrá que trabajar duro para conseguir muchas muchas pastillas y repartirlas entre todos.
Llegaron unas de mis 4 pastillas más concentradas @slwzl, @ferbu, @aurodivys, @equipodelta. Muchas gracias por apoyar este sueño, hagamos el trabajo amigos a sacar esas tristezas y bajones. En ocasiones es bueno sentir eso, pero no quedarnos...tenemos mucho por hacer...vamos por esas pastillas para distribuir mis amigos (a). Gracias por su apoyo.
La vida no es color de rosa y asi debemos asumirla, lo impotane s sonreir y buscar el lado posiivo. Y ser feliz porque despues de esta vida no hay otra oportunidad.
Un abrazo.
Me encanta la vida, por eso debemos tener varios colores, es decir, amigos que le den otros tonos. "Caracha negro".
Un abrazote!