Angélica López Gándara
“Hay cantos floridos; que se diga/ yo bebo flores que embriagan,/ ya llegaron las flores que causan vértigo,/ ven y serás glorificado.(…) Ya retumba el tambor: sea el baile: con bellas flores narcóticas se tiñe mi corazón.” Del poema “Monólogos” de Nezahualcóyotl (1402-1472). Es probable que el Rey Poeta hablara de la flor del ololiuqui que contiene ácido lisérgico, un potente alucinógeno, (“las flores que embriagan” es un tema recurrente en la poesía de Nezahualcóyotl). Seguramente nuestros ancestros prehispánicos también se hubieran embriagado con marihuana de no ser porque esta planta, de origen asiático, llegó a México en los primeros años del siglo XVI.
El término marijuana, surgió por primera vez en Sonora, a principios del siglo XX entre los seguidores de Pancho Villa. Después, la marijuana se convirtió en marihuana y mariguana. Aunque tiene muchos nombres el más usado es marihuana. Ésta fue prohibida por primera vez en Estados Unidos alrededor del año 1915. Su ilegalidad se fue extendiendo poco a poco en América y después a casi todo el mundo. Hay muchas versiones del porqué la cannabis, o marihuana, se volvió ilegal. Algunas fuentes aseguran que la “ley seca” estadounidense provocó que las personas optaban por consumir marihuana al ser más barata y fácil de conseguir que el alcohol. Entonces las autoridades estadounidenses se dieron cuenta que el consumo de la esta planta había aumentado y decidieron también hacerla ilegal. Otra corriente dice que fue un acto de discriminación debido a que los negros y mexicanos la consumían. Al parecer a los patrones les disgustaba que sus trabajadores se divirtieran después de las jornadas de la pizca de algodón. Otros dicen que fue porque afecto la industria del papel y el algodón, ya que es muy fácil de cultivar y se puede fabricar ropa y papel a partir del cáñamo o cannabis (la primera edición de la Constitución de los Estados Unidos fue impresa en marihuana).
Actualmente ninguna de las razones por las que se prohibió la marihuana existen: el alcohol es legal, ahora a los negros se les llama afroamericanos y pueden ser presidentes de Estados Unidos (aunque hayan fumado marihuana) y las fibras sintéticas desplazaron a las fibras naturales. Su penalización no detuvo el consumo y su comercialización ilegal causó altos índices de criminalidad en América Latina. Además, ahora no sólo los jornaleros la usan, sino personas de todos los estratos socioculturales.
Estar a favor de la despenalización de la marihuana no significa estar de acuerdo con las adicciones; la mayoría de las personas están conformes con que el alcohol y el tabaco sean legales, sin que eso implique que no les preocupe el alcoholismo y el tabaquismo. Todas las drogas son dañinas para la salud pero, “el veneno está en la dosis”, dijo Paracelso, con mucha razón.
La Suprema Corte dio la autorización, a cuatro personas, de consumir, comercializar y cultivar marihuana. Ante esto se han radicalizado tanto las posturas que hay quien dice que con la legalización nos volveremos un país mariguano (actualmente son 5.7 millones los consumidores y legal o ilegal, seguirá aumentando) y que la juventud se va a echar a perder y que habrá más esquizofrénicos. En el otro extremo están los que creen que con la legalización de esta planta hará que se desarrollen genialidades como los del “Club de comedores de hachis” al que pertenecerían: Charles Baudelaire, Víctor Hugo, Alejandro Dumas padre y Honoré de Balzac, entre otros. Creen que habrá más inteligencias como las de otros famosos mariguanos como Carl Sagan o Stephen King. También los hay totalmente fanatizados como los del movimiento Rastafari, que basado en el versículo bíblico (Apocalipsis 22:2) que dice: “Y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones”, consideran a la marihuana una deidad.
Habrá que ver cuáles son los intereses reales por los que se quiere frenar la legalización de esta droga y qué tanto los narcotraficantes influyen en la no legalización y si la postura de los políticos tiene que ver más con sus intereses personales (políticos y económicos) que por sus convicciones genuinas. Ojalá que en México no gane la ignorancia y la falsa moral.
Honesto escrito. Hay mucha hipocresía en torno al uso del cannabis. En lo persona creo que existe factores de poder de poder que no es interesa que el conglomerado despierte, y por otro está a industria del narcotráfico que perdería uno de sus más rentables negocios. No es secreto las alianzas que existe entre estos dos elementos. Saludos, te doy mi voto humildemente :)
Muchas gracias por los comentarios y por tu voto @cayena
Saludos