En este sentido dice Ortega y Gasset
“La vida es una realidad que existe para sí misma y se sabe, es decir que tiene evidencia de su vivir y que el vivir y el saber es encontrarse en un mundo. Es encontrarse entre cosas, gustos y disgustos, entre temas que le afectan a uno. Este conjunto es el mundo, con el que yo formo mi unidad”
Mucho puede decirse sobre lo que significa la vida y su sentido. Para algunos se trata de estar en el mundo, en un espacio y tiempo específico, en un contexto socio-cultural que le es propio y que determina su curso y su desarrollo. Para otros se trata de ser felices o libres según sus propios intereses, de jugarse la existencia asumiendo las consecuencias de sus decisiones. Los más religiosos responderán que su vida tiene sentido por el cumplimiento de la voluntad de Dios. Valdría la pena preguntarse si alguna de estas posturas puede dar respuesta a las interrogantes esenciales de la vida: ¿podemos decir con claridad y libertad que es lo que queremos hacer? ¿Tenemos la certeza que nuestras decisiones son las más acertadas y garantiza la felicidad en la vida? ¿Qué sentido tiene la vida?
A estos interrogantes responde también Ortega y Gasset del siguiente modo,
“Vivir no es entrar por gusto a un sitio previamente elegido, como se elige un teatro después de cenar, sino encontrarse de pronto, y sin saber cómo caído, sumergido, proyectado en un mundo incanjeable, en este de ahora. Nuestra vida empieza por ser una perpetúa sorpresa de existir, sin nuestra anuencia previa. No nos hemos dado nosotros mismos la vida, sino que nos las encontramos justamente al encontrarnos a nosotros…”
Con lo dicho anterior se puede afirmar que la vida es algo que nos viene dado y que a la vez es necesario resolver y construir. Por esto, la importancia de asumirla como un compromiso consigo mismo, como la construcción de una estructura personal y social, de la forma de ser, de la felicidad o la libertad.
Es un hecho que la vida puede concebirse como un proyecto, como una construcción no terminada. La Vida se asume como un problema filosófico cuando el hombre se pregunta por el sentido de su existencia, por la razón de ser de su permanencia en el mundo. Como decía Aristóteles:
La pregunta fundamental que todo debe hacerse es ¿Qué hago yo en este mundo? Frente a lo cual cada quien deberá responder: Estoy en el mundo para ser feliz ¿Cómo lograrlo?
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