¿No oyes ladrar a los perros?

in #spanish8 years ago

Me gustaría compartir con ustedes un pequeño relato de mi autor favorito Juan Rulfo , titulado ¿No oyes ladrar a los perros?.

Se que los audiolibros son odiados por muchos lectores, pero hay que darle la razón a que quizá los autores al leer su propio libro, lo expresarían de la forma en la que ellos escribieron su relato dándole más realismo a la historia.

El cuento relata la tragedia de un padre anciano que debe llevar a cuestas a su hijo herido, o tal vez muerto, a través de la noche con la única esperanza de llegar a un pueblo, a pesar del mutuo rencor que ambos se profesan. Los únicos personajes son el padre y su hijo criminal, y una madre muerta que surge en su discurso. Todo el resto es impreciso, incluyendo el lugar y las distancias (detracito está el pueblo). Constantemente el padre conmina al hijo a aguzar el oído por si oye ladrar a los perros, como señal del pueblo al que espera llegar.

Se establece un diálogo terrible, en el que el anciano cambia del tú del padre al usted del juez, reprochándole sus crímenes al hijo. Lo maldice, lo condena, pero a pesar de todo se esfuerza por salvarle la vida. Los quejidos de hijo le despiertan recuerdos de la infancia, a la vez tiernos y rabiosos. El cuento se mueve en la ambigüedad hasta el final, al no saber el padre si lo que le empapa es el llanto o la sangre de su hijo.
El mundo del cuento es la noche, a través de la cual el anciano busca desesperadamente la luz de un pueblo. La luna es el único testigo, como una cámara fotográfica, a las que Rulfo estaba tan acostumbrado. El cambio del color de la luna marca el paso del tiempo. La carga dramática emerge de los personajes. La economía de medios es total: una sola cámara, la luna, revela el mundo y los rostros de los personajes.

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Es desgarrador. La primera vez que lo escuché del propio Rulfo me golpeó con ganas.