El cese del deseo.
Los colores van y vienen, así como nuestra pasión.
La silueta de tu cuerpo me llama sin cesar.
Cada parte de ti conozco, no me puedo saciar.
Cada vez que estamos juntos, mi mente se empieza a nublar.
No puedo pensar.
La maravilla de tu rostro, me hace suspirar.
Me llevas a las nubes, no me dejas respirar.
Sigamos haciendo esto, hasta que dejemos de desear.
El deseo es algo, el amor otro.
Pero si los combinamos, podemos hacer oro.
Que bello poema, continua así.
Gracias!!! saludos