[Fuente](Imagen obtenida usando Dall-e 2)
Los días se suceden con la machacona frecuencia de lo inevitable de la nada de lo que se llena aquello que venimos a llamar, la existencia .
El día de ayer fue difícil, demasiada ropa de abrigo, no llevar agua, el estrés, la tensión de ir midiendo los tiempos y el sobrevivir, sabiendo poco o casi nada sobre aquello que te inquieta.
La tarde, fue una sucesión de una mala mañana, la amenaza de la migraña, la falta de regularidad en la visita al baño, hace que todo suceda de forma aletargada e incómoda para lo que eres capaz de llevar y asimilar según las circunstancias y el momento.
Solventado el trámite del coche con la curiosa historia de la mancha con su aleatoria y dictatorial forma, que simulaba una pedrada y al final no era si no la resina adherida de estratégica manera que por dentro parecía roto y por fuera no se veía nada.
Hay muchas más naderías que contar, sobre el precio de los quesos, las inquietudes del gimnasio o la gravilla que anuncia que toca de nuevo, de revisar cómo no, alguna que otra muela.