Historia - Blog personal: Quería ser Arqueólogo

[magnta]

Cuando era niño siempre soñé con ser un arqueólogo, pasaba toda la mañana fuera de mi casa, buscando en un terreno fósiles piedras bonitas y haciendo huecos en la arena con la esperanza de conseguir algún día un pedazo de hueso o una piedra de algún color muy extraño. Recuerdo decirle a mi madre que quería ser arqueólogo y ella solo me decía: "si quieres serlo tienes que estudiar arqueología cuando crezcas, pero igual puedes salir a buscar piedritas para ir practicando."

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Al principio hice eso por un par de semanas, pero recuerdo que un día una vecina me arruinó el sueño de ser arqueólogo cuando me dijo que no podía serlo; sin ninguna razón solo me dijo que estaba loquito y aunque era un niño (no tan pequeño) puse en duda lo que quería ser al crecer, sin embargo seguí en el suelo buscando piedras lindas y esas cosas.

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Un día conseguí una piedra de color morado y eso me llenó de mucha alegría porque nunca había visto una piedra de ese color, el hecho de encontrarla me hizo estar más seguro de querer ser arqueólogo al crecer. Recuerdo llegar a la casa, mostrarle la piedrita a mamá y guardarla en una gaveta de mi habitación para nunca perderla, y allí se quedó por un largo tiempo.

Después de ese gran logro no volví a buscar más piedras. porque ya tenía una muy bonita y siempre que podía abría mi gaveta y contemplaba la piedra que era cómo del tamaño de un grano.

Con el tiempo fui retomando la costumbre de salir a buscar piedras, pero esa vez no solo busque piedras de un color diferente, sino con texturas y formas diferentes y fue entonces cuando mi colección de piedras creció, hasta que un día ocurrió una pequeña desgracia que me hizo abandonar todo.

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Un día mi hermano mayor me acompañó a buscar piedras porque se lo pedí, yo estaba muy emocionado que él estuviese conmigo, pero no pasó mucho tiempo para que él me dijera que estaba era muy aburrido.

– ¿Ser arqueólogo era aburrido? – No, no lo creo.

¡Así que agarré la primera piedra que vi y se la mostré!
La expresión de su rostro se tornó sonriente ¡y en seguida soltó una carcajada! pues... no era una piedra lo que había agarrado…

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Cuando me di cuenta lo que era, ¡lo solté y corrí hasta la casa a lavar mis manos! Después simplemente fui al cuarto, agarré todas las piedras que tenía y las boté.

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Desde ese entonces no volví a buscar “fósiles” nunca más.

Hoy en día cada vez que recuerdo este hecho y lo comparto con alguien, suelo reírme de mi mismo, porque realmente lo considero gracioso.

Hay un amigo que está estudiando Historia en la ULA y cuando hablamos siempre me lo recuerda y me dice “Yo estoy más cerca de ser arqueólogo que tú, y nunca he agarrado un popo seco de perro.”

"La inocencia es lo que define a un niño."

Esta historia la cuento no solo para que puedan distraerse un rato, sino para que recuerden momentos de su vida que fueron “vergonzosos” para ustedes, pero que el día de hoy solo es un recuerdo cómico.

Sería divertido para todos compartir estos momentos en la comunidad, aunque sea un resumen que hagan en la sección de comentarios de este post.

Comments

[cocinaconkarina]

Hola @magnta, like! ^_^

[magnta]

Hola! @cocinaconkarina espero que te haya gustado y hayas reído.

[jngg87]

Que gracioso! De niño uno quiere ser tantas cosas, al final haces algo totalmente distinto. Muchas veces amando de igual forma tal y como cuando eramos niños; otros no corren con la misma suerte.

En cualquiera de los casos, hay que destacarse sea lo que sea a lo que nos dediquemos y eso hara que sobresalgamos del resto...

[magnta]

Sí, es cierto, al final tomados caminos diferentes de lo que pensábamos al ser niños, o al menos la gran mayoría.

Que bueno saber que te pareció gracioso el post, la idea es esa, que puedan divertirse y animarse a compartir momentos similares...