Por qué me convertí en un VIVO (parte I)

in #spanish7 years ago

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VIVO: Dícese de la persona que participa en la VIVAconomía.

Empecé a escuchar algo sobre criptomonedas allá por el año 2013 y me pareció un tema muy interesante: una moneda virtual independiente del sistema monetario internacional, que se podía minar (como el oro) y que permitía hacer transacciones rápidas y seguras a cualquier parte del mundo. Poco a poco me fui introduciendo más en el asunto, y cuanto más leía más me enganchaba. Llegué a comprarme una tarjeta gráfica potente y miné algo, poco, pues fue el año de la aparición de los chips ASIC que prácticamente anularon la minería con GPU. Entonces me dediqué a unirme a grupos de minado, con suerte dispar, hasta que caí en las manos de un caradura que estafó a muchos (yo perdí 1 Bitcoin)… Eso hizo que me desencantara y dejara de seguir este mundillo por al menos 3 años.

Aún así, nunca dejé de leer cosas al respecto, y fui viendo cómo el precio del Bitcoin se disparataba y cómo nacían y morían cientos de monedas. Hace cosa de un año o así volví a meterme un poco más en serio en el asunto, a ponerme al día de todo lo acontecido en ese lapsus que me tomé, y me di cuenta de que todo estaba más o menos igual, con el Bitcoin subiendo y varias altcoins detrás, algunas legendarias como el Litecoin y otras nuevas como el Ethereum o el Dash. La gente seguía minando o comprando estas monedas, pero no para usarlas en la vida cotidiana, sino para guardarlas (como si de un plan de pensiones se tratara) o especular con ellas. La finalidad principal de una moneda (que sirva como medio de pago) no se estaba cumpliendo, y un proyecto maravilloso se estaba quedando mayormente en manos de especuladores…

Y fue entonces cuando oí hablar de VIVA, o más bien de la VIVAconomía, Un proyecto ambicioso que no se quedaba solo en la creación de una moneda virtual, sino de un complejo sistema económico que iba mucho más allá, y que tenía como objetivo su utilización e implementación en el mundo real. Y para ello había una premisa fundamental que debía de cumplir: la estabilidad. Una moneda que fluctúa constantemente no es útil a la hora de utilizarla en tu vida cotidiana. No puede de un día para otro duplicar su valor o depreciarse a la mitad. No es operativa.

Una criptomoneda con un precio estable tiene todas las garantías de ser usada para la vida cotidiana. Y para ello la VIVAconomía tiene un sistema de regulación propio formado por los Poseedores de Coronas (Crownholders), que votan democráticamente para que los VIVA tengan un precio estable. Cualquiera puede ser un Poseedor de Coronas, solo tiene que comprar una Corona y tendrá voz y voto en la VIVAconomía (cada persona un voto, independientemente de las Coronas que posea). Por eso el Poseedor de Coronas tiene un papel fundamental en este proyecto, además de muchas más ventajas…

La estabilidad de la moneda es solo la punta del iceberg de la VIVAconomía. Este proyecto está pensado para mejorar la vida de millones de personas de muchas maneras, que van desde conseguir una renta básica hasta ayudar a quienes más lo necesitan. Por el medio están multitud de proyectos interesantísimos, muchos de los cuales verán la luz este año.

En el siguiente artículo explicaré cómo funciona la VIVAconomía más detalladamente y cómo todos nos podemos beneficiar de ella.

Para más información: https://www.vivaco.in

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Genial.

La verdad no conocía este proyecto, gracias por compartirlo!

Me alegro mucho. Cualquier duda que tengas me la puedes preguntar. ¡Saludos!