Hola queridos lectores. El día de hoy les hablaré de mis queridas Morrocoyitas, Matheo y Roxana.
Esta pequeñas me han ayudado en momentos difíciles de mi vida, como apoyo emocional. A pesar de ser mascotas que realmente no tienen muchísima interacción como los perros, me han brindado mucha calma y paz.
Esta semana me dediqué a mejorar su pequeña casita. Si bien las tengo en un pequeño guacal, y tiene espacio para caminar, quería colocarles algo en la base además del cartón que siempre les coloco.
Así que lo primero que hice fue sacarlas de su casita, y las coloqué en una gran jardinera de mi mamá donde estuvieron paseando y comiéndose cada matica que se encontraban en su camino.
Les limpie con una escoba el guacal y me deshice de el cartón. En el espacio abierto a mitad del guacal le coloqué una malla amarilla para darle color y evitar que pasen los menos animales rastraros posibles a su casita, y les coloqué unas pequeñas patas de madera para que no estén totalmente al ras del suelo. A pesar de que los tengo en mi sala, quiero evitar visitas no deseadas.
Con una cajita de zapatos, les hice dos pequeñas casitas, que creo les han gustado bastante desde el primer momento.
Aquí Roxana está conociendo su casa nueva, estando en la jardinera.
Luego tomé el platico donde siempre les doy agua, se los lave (porque usualmente hacen sus desechos en el lugar del agua). Con una lámina de plástico saqué la forma del fondo del guacal y luego las cubrí con aserrín.
Después de darles un buen baño, las coloqué en su mejorado hogar. Inicialmente se mostraban desconfiadas y caminaban como locas alrededor de todo pero posteriormente se adaptaron y creo que la forma en que la tacita del agua queda enterrada en el aserrín les permite tener más comodidad a la hora de entrar en la que yo llamo, su piscina.
Como quería darle un toque con aún más color, les pinte sus nuevas casas y las dejé secar por dos días para que desprendieran todo el olor que pudiese ser tóxico. Cuando me aseguré que no había rastro de éste se las coloqué dentro de su guacal. Desde ese momento duermen dentro de sus casitas y eso me alegra muchísimo.
Todo se ha mantenido mucho más limpio y creo que ellas están mucho más cómodas, siempre durmiendo casi todo el día y salen solo a bañarse, y a la hora de comer.
Siempre trato de cuidarlas y darles mucho amor. Pronto les hablaré sobre como ellas interactúan conmigo y como se que les agrada mi presencia.
Hasta la próxima querido lector, gracias por llegar hasta acá.
Links de las imágenes
Imágenes: Autoría propia, 2020
Cámara: Samsung J7 pro, 13 megapíxeles.
Gif editado por autor, en programa Photoshop Cs5