¿Alguna vez te has sentido vacío, como que estás en el mundo sin tener un objetivo en específico? pues de esa manera me siento hoy. Estudio desde hace cinco años una carrera que ciertamente no me apasiona, y lo que más me preocupa es que absolutamente nada me apasiona.
Vivo por vivir, como por comer, ni siquiera encuentro emotivas las películas. Creo que la última vez que lloré usaba pañales.
Siempre estoy solo. Puede ser que mi falta de interés y conexión con las cosas me impida hacer amistades, o incluso entablar relaciones. No es que lo intente, simplemente estoy en mi día a día, acudo a mis clases, luego a estudiar en la biblioteca y luego a mi trabajo de medio tiempo, para llegar a media noche a casa a dormir y repetir la rutina al día siguiente.
No me afecta, pero siento que falta algo a mi vida, justo cuando la vi. Una chica rubia, bajita, mona, muy mona. Su cabello descansa en sus hombros y me hace querer tocarlo.
Sus mejillas están sonrosadas mientras camina bajo los rayos del sol atravesando la plaza, pasando justo delante de mi. Es hermosa, quiero hablarle y oler su perfume. Así que me levanto y voy tras ella, la sigo unas cuadras y empiezo a sentirme mal conmigo mismo, pero por primera vez en mi vida quiero saber sobre una persona, quiero hablar con una persona.
Entra en un local de comida rápida y con disimulo entro detrás de ella y la veo meterse por la puerta de empleados para salir unos minutos después con el uniforme de aquel lugar. Solo por verla unos minutos más, pido una ración de papas fritas con pollo a la broaster que devoro mientras la veo hacer su trabajo. Se ríe con los clientes, es eficiente, hace todo con suma delicadeza y precisión. Sus dedos blancos se mueven con facilidad sobre los pedidos, armando cajitas, platos y vasos con destreza mientras los entrega a todos.
Su voz, es angelical y solo quiero pasarme la vida escuchándola. Quisiera pedir que cantara, para mí, solo para mí, porque su voz siento que puede llevarme al cielo. No sé nada de ella, no se si quiera como se llama, pero sé que quiero pasar toda una vida conociéndola, amándola, y es que ese es mi propósito.
Quizás mi vida no estaba vacía, simplemente no había llegado alguien que me hiciera sentir lo completamente vivo que estaba.
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