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Ahora, vamos un poco más atrás...
Junio 2005
Aún despertaba con el desayuno listo, camisa blanca y un batido de cereal mietras veía Dragon Tales. 8 años, cursaba 3er grado y tenía como proyecto de aula, las profesiones. Recuerdo el entusiasmo de todos, nos hacíamos preguntas a diario sobre "qué queríamos ser" cuando "fuésemos grandes"
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Veterinarios, policías, modelos, cantantes y bomberos eran las ocupaciones más mencionadas. Pero, yo no dudé, no titubeé ni por un instante, estaba segura de lo que quería: Periodismo. Fue así como en el cierre de proyecto realicé una ponencia como "reportera"; hice mi propio micrófono, carné y mi mamá se ingenió un atuendo "periodístico", así entrevisté al papá de un compañero de clases que era paleontólogo. Ese día lo corroboré: el periodismo era lo mío.
Septiembre 2013
503,7 km me separaron de mi pueblo natal y me introduje en la selva de concreto, tal y como lo deseé años atrás, inicié en la Universidad Santa María la carrera de Comunicación Social con a penas 16 años. El cambio fue radical, descubrí cantidad de cosas que desconocía, facetas que tenía ocultas, talentos, miedos y más y más metas. Eso, sin contar la cantidad de libros que leí, autores que estudié y cuentos que escribí.
Universidad Santa María: Un reto a la excelencia
Cien años de soledad, Memorias de mis putas tristes, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada eran tan solo algunos de los títulos que conocía del magnífico Gabriel García Márquez, pero no fue hasta segundo semestre de universidad que me topé con lo que me haría enamorarme más de él y de mi oficio, de mi futuro en ese entonces, ahora presente y vida.
El mejor oficio del mundo, por García Márquez.
Fue considerado el más grande escritor colombiano de todos los tiempos
Este es un artículo escrito por el premio Nobel de literatura en 1982 y leído por él mismo en la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa del año 1996.
Pues los periodistas andábamos siempre juntos, hacíamos vida común, y éramos tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo.
Cada letra, cada metáfora, cada realidad y contexto me hacía hervir la sangre, se sentía como un líbido que crecía y crecía, mi amor al arte, mi amor por la verdad, mi amor por servir, por conocer, por crecer personal y profesionalmente iba in crescendo a tal nivel que temblaba, sudaban mis manos y mis ojos se llenaban de lágrimas... Mi voz se cortaba y cuando acabé de leer, puse mis ojos sobre el resto de futuros periodistas que lloraban, quienes acto seguido comenzaron a aplaudir y la profesora que nos facilitó el discurso impreso nos hizo más palpable aquello a lo que nos enfrentábamos.
En este discurso, nuestro Gabito nos sumerge en una visión tan profunda acerca del periodismo que obliga a cuestionarnos si es o no lo que queremos. Si estaremos o no, dispuestos a entregarnos de tal manera. Ser periodista implica casarse con la verdad, y aceptar que por dura que sea, ES. Y como en todo matrimonio, se lucha y se sacrifica por resguardar esa palabra.
El autor de Crónica de una muerte anunciada (1981) habla, en otras palabras, de las realidades acerca del periodismo (irónico, considerando que se trata del impulsor del realismo mágico ); de aquello que nunca te dirán en un aula de clases. Aquello que ni imaginarás hasta que salgas a enfrentarte al mundo con tu mayor disposición y una libreta.
La grabadora oye pero no escucha, repite -como un loro digital- pero no piensa, es fiel pero no tiene corazón, y a fin de cuentas su versión literal no será tan confiable como la de quien pone atención a las palabras vivas del interlocutor, las valora con su inteligencia y las califica con su moral.
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Vivir del periodismo, se trata de aislarte del mundo para vivir por encima de él. Se trata de saber qué acontece, cómo, por qué y en qué lugar antes de que suceda. Es saber de qué manera vas a contarlo y las consecuencias que podrán generar cada impacto. Los periodistas hoy nos paramos como Hércules, en una encrucijada donde las rutas divergen y debemos ser conscientes de cuál o cuáles podemos seguir: hacia los senderos escabrosos de la investigación, hacia las planicies de la redundancia, el plagio y la conformidad, hacia las autopistas del sensacionalismo o de lo sensitivo o hacia el pantano de las relaciones públicas. La decisión es nuestra.
Tal vez el infortunio de las facultades de Comunicación Social es que enseñan muchas cosas útiles para el oficio, pero muy poco del oficio mismo. Pues el periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad.
Enero 2017
TeleSur es un canal internacional de noticias con inclinación política de izquierda. Tiene su sede principal en Venezuela, y heme aquí, donde empecé mi camino periodístico como Asistente de producción. En un año y hasta hoy, 4 meses... He ascendido dos veces. He cubierto los 6 años de guerra en siria, la toma de posesión de Donald Trump en la casa blanca, elecciones generales de Ecuador y Honduras, crisis humanitaria en Yemen, encarcelamiento de Lula Da Silva, Cien años de la Revolución Rusa, avanzada terrorista en Oriente Medio, sanciones Estadounidenses, protestas en Venezuela, Argentina, México, Colombia, infinitas masacres y uno de los hechos que más me ha marcado... la desaparición forzada del joven argentino Santiago Maldonado.
He llorado hasta secarme, con sucesos que no quisiera volver a mencionar. Y he llorado nuevamente por errores, por confusiones, estancamientos y ultrajes con respecto a mi trabajo. Me he cuestionado, casi diariamente, si soy realmente buena en esto.
Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso.
Foto del presentador de TeleSur Juan Carlos Rozo
Desenmascarar las verdades del periodismo requiere tacto, tiempo, tropiezos y una dedicación impresionante que no siempre se alcanza. Aún así, te atrapa. Te encierra. Te somete.
Descubrí que es facilísimo hacer trampas y dificilísimo que te pillen. La tentación suele ser irresistible.
Descubrí que montar noticias falsas es tan sencillo como llamarse periodistas sin conocer un mínimo del oficio.
Descubrí que las noticias te golpean como si las vivieses en carne propia.
Que ni la izquierda es tan mala ni la derecha tan tan.
Entendí que, hacer lo correcto, INFORMAR LO CORRECTO, será la salvación para unos y la maldición de otros... Que nos ataremos a imágenes superficiales que serán difíciles de borrar. Que una vez que anuncias algo, no será olvidado nunca. Permanecerá. Prevalecerá, intacto. ¡Más aún si fue una equivocación! De eso no tengan duda.
Entendí también que aunque sueñes por 5 años de universidad "defender la libertad de expresión a capa y espada", te golpearán en la quijada con algo que en la escuela nunca nombran... la "línea editorial".
Mayo 2018
¡Me han renovado mi contrato, ahora como productora de noticias!
Pero, esperen...
"Cláusula décimo novena.
"LA CONTRATADA" debe evitar publicar contenido, emitir o intercambiar opiniones e información que no correspondan a los lineamientos de este Multimedio de comunicación en las redes sociales que dañen la misión fundamental de este proyecto comunicacional latinoamericano(...) En los casos en los cuales se verifique el incumplimiento de lo antes mencionado, "LA CONTRATADA" podrá ser sancionada según lo establecido en la Ley Orgánica del Trabajador"
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Fíjense qué curioso, el mismo canal que tiene como valores el compromiso, la excelencia, el trabajo en equipo, la vocación y transformación social, la creatividad y la ética, él mismo multimedio que habla de lealtad, me prohíbe ser leal a mis principios para que sea adoctrinada por los suyos. En pleno siglo XXI, en plena revolución comunicacional, en pleno auge de la globalización, en plena lucha por las reivindicaciones sociales...me han puesto una mordaza.
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Pero con eso, no es suficiente.
La cuestión es que, en esta montaña rusa del oficio, te verás enfrentado a tantas infortunadas y valiosas experiencias que los golpes serán solo parte del día a día. Tendremos que disipar la oscuridad con la información desnuda, veraz, contrastada, objetiva, honesta... o al menos, lo más honesta posible.
Hacer periodismo, en los tiempos de García Márquez, era más fácil. No porque se lo hacía con descuido, sino porque había respeto por el trabajo que se realizaba y no se minimizaba a los comunicadores o a los medios de comunicación. Es cierto, hubo excesos y está bien que eso se corrija, pero ahora pagamos justos por pecadores y todos estamos metidos en la bolsa de las “bestias salvajes”. No importa cuánto hemos estudiado o nos hemos especializado, cuánta experiencia tengamos ni la ética con la que trabajamos, solo somos los “sicarios de tinta”.
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Es por todo lo antes mencionado, que no puedo cruzar mis brazos...
Si con mi voz puedo hacer algo por que la guerra en Siria no sea olvidada ¡gritaré más fuerte que nunca!
Si con mi voz puedo exigir justicia por los 23 de ayotzinapa ¡haré que sus nombres resuenen en las corrientes de toda América latina!
Si con mi fortaleza, puedo resistir y persistir cada golpe a la quijada, les juro que no desistiré por ustedes... Y como mencioné en mi primer post, esperaré algún día "convertirme en una periodista con guáramo que se enfrente a todo y todos en busca de una verdadera libertad de información o solo una escritora que deje de esconderse tras un blog. Quizás ambas."
Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente.
En medio de mis altibajos a causa del oficio, me tomé el atrevimiento de escribirle a uno de mis grandes maestros, Arturo Pérez-Reverte. Él es un increíble periodista y escritor español que me impulsó (sin saberlo) a tomar este camino... Por supuesto, nunca esperé que contestara a mis lamentos de novata pero lo hizo y un brillo de esperanza creció parsimoniosamente. Les comparto su mensaje:
Cuenta de Twitter de Arturo Pérez-Reverte
Mi cuenta de Twitter @mariambutto
En este mundo de leones y corderos, me esforzaré por ser un buen pastor.
Cobertura de TeleSur sobre la Guerra en Siria
Documental realizado por mi novio, @elcuentacuentos por la desaparición de Santiago Maldonado
En el último link que agregué, puedes encontrar la programación completa de TeleSur. Te invito a revisar especialmente Temas del Día y Reporte 360°, emisiones en las que trabajo como productora.
Buen post! Upvoted! Yo si fuera vos lo cortaria por partes para tener contenido y para atraer a quienes leen poco ;)
Creo que te tengo en twitter, no se como paso eso =P
Pero por alli llegué aqui!
Nos estamos leyendo! Quizas te gusten los temas que toco, relacionados al periodismo
Mi prima es asitente de produccion en Caracas y se nota que es bastante estresante pero le encanta!
Aca dejo mi post de ayer
https://steemit.com/spanish/@josesaimon66/este-soy-yo-jose-simon-cedeno
Me siento muy muy orgulloso de ti y de tu labor. Estoy seguro que serás tan buena que muchos pedirán tu consejo como aliento en el futuro, como lo hiciste tu con Pérez Reverte. Muy bonito post.
Amén baby, gracias por tu apoyo en todo este camino.
Ufff no se como explicarlo pero pocas publicaciones me han hecho sentir esto. es como si estuvieses hablándome justo al lado contándome una historia... Tu Historia!!! Gracias por compartir un poco sobre los "sabores agridulces" de tu oficio.
Wow, muchas gracias por el feedback! Creo que "agridulce" es uno de los adjetivos más acertados. Espero me acompañes en el resto de las aventuras que me deparen que, sin duda, compartiré por acá. Un abrazo.
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STOP¡Vaya!, no pensaba leerlo completo pero al final lo acabe. Sigo pensando que desde fuera solo conocemos una pequeña parte de lo que pasa en Venezuela, sobretodo en temas control de contenido. Sería bueno saber más, siempre y cuando sea posible.
Hay muchas cosas no solo difíciles de entender, sino difíciles de contar con respecto a Venezuela. Cuenta con que haré mi parte por acá. Gracias por leer hasta el final, saludos.