"Los sueños son de quien los sueña, y de nadie más"
El #libro en cuestión es uno de aquellos que te hacen experimentar un antes y después de su lectura: extraordinario.
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Narrado en primera persona. Sebastián, un niño de 12 años, cuenta sus aventuras, juegos y aprendizajes junto a su tío Paco. Esto, luego de que sus padres fallecieran en un accidente de tránsito y lo dejasen a cargo del mismo.
El tío Paco, excéntrico, insubordinado, solitario y sorprendentemente avezado, sumerge a Sebastián en el mundo de la literatura, de la ficción en medio de la realidad y viceversa, de las quimeras, ambiciones y confrontaciones internas. Paco se convierte en el mejor amigo de Sebastián y a pesar de que a ambos les toca lidiar con cantidad de desafíos e inquietudes, a cada situación le sacan provecho: juntos. Esta historia nutre, considerablemente, sobre letras e historia, pero su mayor enseñanza es acerca de la educación emocional.
La gente le tiene muchísimo más miedo a las palabras que a los cañones. Las palabras han hecho revoluciones, puentes, caminos. Han logrado que la gente se enamore o se odie para siempre. Hay palabras grandes como monocotiledónea o gastroenterólogo y pequeñitas pero poderosas como paz. Importantes como justicia, imprescindibles como vida, valiosas como sueño, muy poco significativas como dinero… Lo importante es cómo se usan y qué se quiere decir cuando se usan.
¡Y no se queda allí! Tío Paco le enseña y nos muestra, cómo hacer de nuestras realidades, las más insólitas hazañas.
Ejemplo de esto es cuando convierte la sala de su casa en un bosque improvisado para que su sobrino acampara allí con su novia y amigos ¡y fue fascinante!
Créanme, Sebastián lo cuenta mejor.
Sobre cómo ha influido Persona Normal en mi vida
Vivo en el anexo de una Quinta, en una urbanización costosa de la ciudad, desde hace aproximadamente 7 meses. Los propietarios son una pareja muy grata, afables y jocosos. Generosos como pocos y amantes de todo tipo de arte. Coleccionan en la entrada del garage 3 calaveras que por su apariencia, se deduce que llevan décadas allí.
Una tarde, al coincidir en la entrada del domicilio, pregunté por el origen de las esculturas… ¡su respuesta no pudo ser más divertida! Pues, a su historia, se trata de antiguos jardineros que no hicieron bien su trabajo y recibieron un castigo. Justo están a la entrada del garage, junto al jardín, para incentivar a los nuevos empleados a hacer los mejores arreglos posibles con las plantas. Juro que me reí por un buen rato. Y aunque, probablemente, hayan sido compradas en un black friday años atrás, aunque se trate de un obsequio de viejos amigos que visitaron Venecia o simplemente las hayan encontrado en un basurero, la historia de los jardineros me produce una sonrisa siempre que paso por su lado.
Después de que leí Persona Normal, comprendí que, podemos hacer lo que queramos con nuestras realidades… Podemos convertir nuestros fracasos en las más épicas travesías, rumbo a la derrota; o el encuentro con unos ojos claros en la estación de metro, en la más apasionada y sufrida historia de amor, la de aquella mirada que no volveremos a encontrar. Persona normal me enseñó a colocarles nombres a esas calaveras, a imaginar todas las posibles muertes y hasta pensar en las plantas que debieron haber dañado ¡y de qué forma! para que les tocara ese paradero.
Persona Normal me enseñó a vivir ¡TAN INTENSAMENTE! A querer con vehemencia, llorar con muchas ganas y aprender de absolutamente todo.
El Tío Paco, me mostró que “Las cicatrices son muy importantes, hay que lucirlas con orgullo, porque cada una, pequeña o grande, cuenta una historia, tan pequeña o grande como quieras.”
Sebastián, por su parte, logró convencerme de que cada quien se va haciendo a sí mismo y encontrando nuevas afinidades, nuevos gustos, nuevas maneras de ver el mundo. Cada canción, cada película vista, cada libro leído te hacen una persona diferente, te determinan… Y Persona Normal, me exhortó a encontrar cómo vivir mis desventuradas o afortunadas experiencias de la forma más extraordinaria posible.
Gracias, #Benito.
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Cabe destacar que Benito es un viejo de 15 años, un amante empedernido del señor potter y que su esposa ha inspirado el personaje de sofía.