¿Cabello arcoíris? | Mi historia [Con imágenes]

in #spanish7 years ago (edited)

   Tengo un historial capilar bastante extenso, que comenzó al hacerme esas mechitas cuando estaba en 6to grado de primaria (mi mamá siempre me ha dicho que soy su muñequita). 

¿Y cómo no creerlo? Parezco una Barbie.

   Luego, decidí ir a lo grande o irme a casa; al finalizar la educación primaria le dije a mi madre: “¡Quiero tener el cabello rojo!” -Ella, ni corta ni perezosa, me llevó al salón más cercano y me dejó escoger el tono que más me gustara. Recuerdo que en ese momento le escogí el color “borgoña”, porque me parecía un nombre gracioso.

   Desde el primero hasta el segundo año de secundaria yo era la muchachita que tenía el pelo pintado. Incluso a los profesores les daba curiosidad como una niña de 14 años había llegado a eso. 

   A esa edad tuve mi primer novio, la relación duró un mes, y mi corazón adolescente había sido roto, lo cual sin dudas merecía un tiempo de luto. Me tinté el cabello de negro.

Luego de superar mi dolor, pensé que sería bueno volver al color rojo, y lo intenté, pero pintar rojo sobre negro da negro. [Once you go black, you don’t just go back]

   Hasta finales de 3er año de bachillerato mi cabello fue negro, como mi alma de puberta obsesionada con las bandas de rock y metal más pesadas, y con un gusto casi irracional por la ropa color negro, el cual debo decir que aún tengo. Tuve que esperar a que creciera mi cabello natural para volver al rojo.

    …Allí por fin fui libre; tenía un estante repleto con cajitas de tintes con números “6” en ellos: rojo intenso, rojo fuego, rojo ardiente, entre otros nombres amenazantes. Esos fueron mis colores hasta inicios de 5to año de bachillerato.

  

   Se preguntarán por qué, estudiando en un colegio católico, mis profesores y superiores jamás me confrontaron al respecto. (Digo, como mínimo habría esperado que citaran a mis padres cuando decidí utilizar ese "rojo violeta", color que definitivamente era más violeta que rojo). La respuesta es simple, todos mis profesores me adoraban, y la coordinadora de secundaria tenía el cabello pintado de un rojo que quemaba con el calor de mil soles.

   Todo era paz y tranquilidad, hasta que la nación de la envidia atacó, y de un dia a otro, más de 5 muchachas del colegio andaban con colores estrambóticos en el cabello. Incluso verde. A la directora le dió un cólera casi exquisito, y ordenó a los profesores a resolver tal problema.

   Curiosidad: A todas aquellas chicas las forzaron a tintarse el cabello de vuelta a su color natural. Quisieron hacer lo mismo conmigo, pero decidí simplemente no seguir pintándolo hasta que fuese mi último día en esa institución, que era el día de mi graduación.  Qué rebeldía.

   Y acá estaba yo, con el cabello tan naranja que parecía Bombón de las Chicas Superpoderosas. Estoy segura de que sabrán reconocerme.

   Desde que comencé en la universidad, continué con varios tonos de rojo, aunque todos eran bastante similares. Aproximadamente después de un año estudiando Derecho y en mi primer semestre de Economía, decidí vivir al límite: Por primera vez decoloré mi cabello. 

Este fue el resultado:

   En la imagen se puede apreciar a mi madre abiertamente cuestionando mis decisiones de vida.

   Pero eso no era todo. Además de extremadamente dañado, ¡Seguía demasiado amarillo! Antes de poder colocar cualquier tinte "fantasía", tenía que decolorarlo aún más. Luego de uno o dos meses de tratamientos reconstructivos e hidratantes, productos de farmacia y mascarillas que iban desde miel y canela hasta aguacate con aceite de oliva.

  Fue un proceso bastante tedioso, y para una persona impaciente como yo, casi una agonía. Después de tanto, no creí en nadie y eventualmente, llegué a esto:

   Y después de retocar las raíces, acabé por volverme "loca", comencé pintando sólo sectores de mi cabello con colores graciosos, y por un tiempo mis amigos me llamaron "Harley".

   Luego de algunas semanas, ya cuando mis profesores se estaban acostumbrando a mi "nuevo" cabello amarillo, aparezco así a las 7:00 AM a mi clase de Derecho Civil Bienes:

  •    El profesor Luis Vilela, mi favorito de todos los que he tenido en la historia, me dijo que le recordaba a James Sullivan, de Monsters Inc. Fue el halago más tierno de todos. 
  •    Una amiga me dijo que le recordaba al color del Jabón Panela Las Llaves, ese me llegó al corazón.

   Poco a poco, en lo que se iba un color, llegaba otro.

-¿Cuándo decidirás regresar a tu color natural?

-Aún quedan muchos colores en el arcoíris. 

   Y así es, así seguiré por un buen tiempo. Amo mi cabello, soy mi cabello.

Próximamente estaré escribiendo con más detalle cómo llegué a un tono tan claro de cabello en tan poco tiempo sin quedar calva <3 

Nota: Todas las fotos e imagenes utilizadas me pertenecen.


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O sea, es algo asi, como que pintas tu cabello acorde a las emociones que sientes al momento...

Totalmente n.n

Impresionante la verdad, la forma en la que el ser humano es capaz de expresar sus emociones...

votada y seguida plis sigueme de vuelta😘😘

Creí que las fotos violaban el copyright de alguien mas!!! jejeje

Jamás! Jajaja. Todas mías 💖

Muy buen articulo, tambien soy amante del cambio de imagen recurrentemente

Muy bien contada tu historia y la de tu cabello, me entretuvo hasta el final.....

sigue asi amiga, saludos

Eres honesta y fresca porque realmente me angustié con tantos cambios en tu cabello, pues yo soy lo opuesto jajajaja, trato de mantenerlo siempre lo más sano posible ya que los tintes y las decoloraciones queman mucho el cabello, con decirte que yo jamás me he decolorado el cabello, sin embargo sé que a muchas les hace felíz los cambios permanentes de look y forman parte de su estilo y personalidad, el cual que seamos todos felices con lo que nos guste ser y hacer, cuentas con mi voto, saludos.

jajaj genial así nunca estarás igual!!
dejando por aquí mi voto de costumbre..

Excelente amiga siempre hay que hacer lo que nos gusta, te dejo mi voto @nanowins77