Orden Clonado | Ciencia Ficción

in #spanish7 years ago (edited)

La realidad sobre este post...

Una de estas noches a oscuras (Literal, vivo en Venezuela), quise escribir un relato para el concurso de Microrrelatos de Ciencia Ficción de @trenz, pero resultó quedar más largo de lo permitido, aparte logré sentarme a publicar el sábado 17/03 y concluía el viernes 16/03. Así que bueno, el tema de la semana era "Clon". A continuación les dejo mi entrada.

Jimmy era un empresario muy monótono. Cada mañana de su vida comenzaba de la misma manera. Al abrir sus ojos miraba el reloj sobre la mesa al lado derecho y marcaba las 6:20 am, se levantaba, orinaba, se miraba en el espejo y rasuraba su barba tras bañarse. Usaba camisas manga larga de colores claros a rayas casi siempre finas y sobre estas el saco de su traje. Se aseguraba muy bien antes de salir que estuvieran abotonados los puños de su camisa y traje. Compraba un café en una tienda de la esquina antes de llegar a la oficina. Siempre el mismo, latte de vainilla. Luego entraba, saludaba a las personas en recepción, tomaba el ascensor y marcaba el piso 12. Se bajaba, saludaba a Cleo, su secretaria y entraba a la oficina. El resto de su día se pasaba en atender llamadas, firmar documentos, comer en algunos momentos lo que pidiera a Cleo, volver a casa, comer cualquier cosa y acostarse a dormir para comenzar de nuevo su día. Y así, Jimmy, volvía a abrir los ojos, miraba a su lado derecho y el reloj de su mesa siempre marcaba la misma hora: 6:20 am.

Todo era igual, hasta que un día luego de pedir su café antes de la oficina, no lo probó hasta entrar en ella y sintió un sabor distinto. Ese no era un latte vainilla, este tenía canela. Jamás había sucedido esto desde que fundó su empresa. Desconcertado, intentó llevar el resto de su día con normalidad. Pero algo más sucedía, uno de los botones de los puños de su camisa no estaba abotonado. Comenzó a generarle ansiedad el desarreglo de su perfecta monotonía. Intentó solventar lo sucedido, dejó un mensaje a Cleo pidiendo otro café, quien por primera vez en años no estaba en su sitio de trabajo. Luchaba por mantener la cordura y seguir con su día. Abotonó el botón faltante en su camisa, se sentó y comenzó a firmar los documentos sobre su escritorio. Cleo volvió luego a entregar el café que su jefe había pedido y recoger los documentos firmados. Llamó su atención que esta no era la firma que tantos años había visto, esta firma solo tenía las iniciales de su jefe. Esto la impresionó tanto que no dudó en decírselo -disculpe jefe- en tono apenado -esta firma jamás la había utilizado, ¿es por algo en especial?- intentando no ser imprudente. Esto simplemente no tenía sentido. Atónito, permaneció sentado en su escritorio con la mirada perdida. Ante el silencio Cleo decidió retirarse y cerrar la puerta, dejándolo sólo.

Jimmy no lograba encontrarle explicaciones a este día. Teniendo la mirada fija notó algo que captó su atención; vió un reflejo extraño en su ventanal. Acercándose, notó que parecía el reflejo de unos lentes. Estaba estupefacto, era un piso 12 y su ventanal daba a la calle. Acto seguido, se apagan las luces de la oficina y el reflejo de los lentes se convirtió en el marco de la mirada de un rostro que los llevaba y este, usaba bata. Para Jimmy esto era inimaginable, pero lo que realmente acabó con su cordura fue notar que al lado de este hombre había otro y le resultaba conocido. Acercándose al ventanal y logrando con mucho esfuerzo discernir el rostro de las personas observó algo que hizo que una gota de sudor frío le bajara por la espalda; uno de los rostros lo conocía de verlo cada mañana al espejo para afeitar su barba. Esa persona que veía, era él mismo. Sin saberlo, había sido clonado para ser parte de un experimento del gobierno para observar el patrón de comportamiento repetitivo en cierto tipo de personas.

Se encendió una luz roja, el hombre de bata se acercó y con un rápido movimiento inyectó directo en su pecho una sustancia que fue inmovilizándolo y adormeciéndolo. Lo último que observó fue a su clon mirándolo fijamente a los ojos. Cuando despertó, miró a su lado derecho y el reloj sobre su mesa marcaba las 6:20 am...

Imagen 1
Imagen 2

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no me esperaba eso, definitivamente jaja. que buen relato!

Esta muy bueno, de aquí para hollywood a escribir series chama jajaja