Cuando todo parece perdido y no tienes las fuerzas para seguir te encuentras con estos regalos que Dios te manda sin saber por qué, pero que en momentos de tu vida te dan alegría, en muchas ocasiones lloramos nos desesperamos y dudamos en la situación que nos encontramos, hasta que son esos pequeños momentos donde esas personitas te hacen sentir que tú para ellos eres todo. Perdí a mi madre adolescente y ya a casi 13 años de su fallecimiento es algo que no he superado aún pienso que es una de las muertes que más causa impacto en un ser humano, para mí lo fue así.
Cuatro años después de eso empezaron a llegar a mi vida de uno a uno los 3 detalles que Dios tenía destinado para mí, sin planificación alguna, pero regalo al fin
La muerte me ha enseñado mucho, sólo esa me enseñó más que nada. Un tanto tiempo después aprendí a valorar aún más cada instante en familia, porque cuando hay quienes los tienen reunidos ni les paran y hoy por hoy con el mundo de la tecnología todo es más disperso, hasta las emociones. Siempre fui muy apegada a mi madre era la única hembra, la menor de 3, no hay nada ni ningún amor en el mundo comparado como el que te da una madre, únicamente el de Dios.
También he aprendido que el apego es malo, tal cual como me lo dijo mi madre una vez, hay que disfrutar, en el buen sentido de la palabra, hay que compartir más porque el día que ya no tenemos a esa familia, a esa persona, lo lamentaremos mucho, el no haberla disfrutado cuando podíamos.
Mi recomendación para aquellos que tienen su familia es:
1- Amarlos como nunca pese a sus errores.
2- Aprende de ellos y también enséñales cuándo las cosas están mal, si esa persona no quiere agarrar el consejo pues no importa, al menos ya cumpliste con tu parte.
3- Planifica salidas así sea un picnic en la sala de la casa, la idea está en el poder compartir si es al aire libre mejor, hacer juegos sería genial.
4- Perdona, uno no pude quedar con ningún rencor, eso sería como una herida letal.
Estas son pequeñas recomendaciones que a mi punto de vista te ayudaran a estar en paz y armonía con tu familia. No dejes que el tiempo te pase, corre tú con él y disfruta de quienes te rodean cada día.
PD: Esto aplica también para aquellos grandes amigos que también forman parte de tu vida como familia.
Aquí les comparto fotos de mi niñez donde fui feliz junto a esta familia y mi madre que me enseñó y me hizo crecer y ser quién soy
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Hay dios esta fina
graciasss :*