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Hace unos días ley un post de @tusiko, donde él manifiesta su no creencia en Dios, el exponía en su post, todos estas noticias que hemos estado leyendo y escuchando en estos últimos años sobre los abusos sexuales de los curas, sacerdotes y padres en las iglesias con respecto a sus monaguillos y ayudantes.
Esos niños que cumplían ciertas funciones en las iglesia, en los momentos de las misas, aquellos niños que querían ser curas, que sentían amor y atracción hacia Dios y por ende soñaron alguna vez en meterse en el sacerdocio y ser curas.
Es cierto que todos estos hechos han ocurrido, y entiendo su punto de vista. Es cierto que en la iglesia se cometen muchos pecados. Es cierto que la visión de la iglesia se ha perdido a medida que transcurre el tiempo.
Es cierto que la modernidad y la tecnología nos han permitido visualizar lo que realmente ocurre dentro de ese ámbito eclesiástico.
Pero lo veo como hechos de la vida diaria de cada uno de nosotros, no por ser curas se escapan de la cotidianidad de la vida, de los sentimientos del ser humano, de los deseos del hombre como ser natural, de los pensamientos que afloran nuestra mente en nuestras vidas.
Lo veo como una organización que se está perdiendo en el tiempo y la tecnología y la modernidad se los está carcomiendo en sus verdaderas funciones.
Sabemos que desde hace décadas estos eventos ocurrían, pero la iglesia tenía tanto poder que las madres y los padres de los niños afectados lo ocultaban por respeto al cura y a la feligresía.
Ellos creían que si contaban estos hechos la mayoría de las personas no lo iban a creer y los llamarían locos o impuros. Es evidente que los padres, o los curas, no podían tener estas acciones porque, según la feligresía, eran guiados por Dios y Dios no podía permitir que estos hechos aberrantes ocurriesen.
Los psicólogos dicen que estos hechos de abusos sexuales siempre han ocurrido en la humanidad, pero eran ocultos, nadie comentaba sobre estos. Era vergonzoso que estos hechos pudieran ocurrir y se temía que no se creyeran, aparte de exponer a la persona que lo sufría a una vergüenza eterna que le afectaría la vida para siempre.
Algo así como ocurre con la política o con los extraterrestres o en nuestras propias familias, dejamos de contar hechos reales y de hacer comentarios de hechos pusilánimes para evitar la pena de la incredulidad de los otros.
El caso es que estos eventos diarios han hecho que la gente pierda la confianza en la iglesia, en los padres, en los curas, en los sacerdotes.
Recuerdo perfectamente cuando tenía 12 años, mi madre no creía en los curas, en la iglesia, en las monjas y le pregunte un día cuando hacía sus comentarios negativos al respecto.- ¿Porque no creía en los curas? y ella me contesto contándome una pequeña historia. Me decía que cuando era pequeña, ella vio a un cura besarse con una monja adentro en una capilla que había en su pueblo.
Mi madre no creía en las misas, en la iglesia, en los curas, de hecho decía que cuando muriera no la llevaran a la iglesia porque no creía en los curas.
Y puedo interpretar todo esta situación y la he analizado y me doy cuenta que no creemos en ellos, pero ¿ACASO DEJAMOS DE CREER EN DIOS?
Y eso es lo que sucede, hemos dejado de creer en la iglesia, en los padres, en los curas, en los sacerdotes, pero no hemos perdido la fe en Dios.
Me he dado cuenta que cuando una persona habla de un hecho que ha logrado siempre se expresa dándole gracias a Dios: “Gracias a Dios pude ganar, o Gracias a Dios pude lograrlo, Gracias a Dios encontré ese trabajo, o Gracias a Dios me recuperé, o Gracias a Dios estoy bien, Gracias a Dios llegué sin problemas”
Le damos las gracias a Dios constantemente por algo bueno que nos pasa, porque creemos en él, es un ser supremo que no vemos, ni escuchamos, pero enfocamos nuestras esperanzas en él cuándo tenemos problemas, entonces lo veo como un enfoque donde ese ser que sabemos que está allí, aunque no lo venos, nos ayuda desde un espacio no visible para nosotros.
¿Acaso es que enfocamos nuestras esperanzas en nosotros mismos para superar los problemas y nosotros mismos nos envolvemos en ese DIOS QUE NECESITAMOS PARA QUE NOS PROTEJA?
Es como cuando nos casamos, LO HACEMOS PARA SIEMPRE Y JURAMOS QUE JAMAS TRAICIONAREMOS A NUESTRA PAREJA, Y RESULTA QUE SI TRAICIONAMOS A NUESTRA PAREJA Y SÍ NOS DIVORCIAMOS.
Porque nadie está exento de nada, no somos Dioses para ser perfectos, pero conocemos uno que si lo es, pero como no lo vemos ¿Entonces es rechazado?
El caso es que necesitamos creer en algo y ese algo es DIOS.
Respeto la posición de los ateos, tengo un hijo que piensa lo mismo, él no cree en Dios, pero estoy segura que se apoya en el cuándo lo necesita. Lo he visto cuando esta apesadumbrado, él se para en el patio de la casa, levanta sus brazos hacia el cielo y suspira profundamente….(Él le está pidiendo ayuda a Dios, en silencio)
Pero es bueno creer en algo, nuestro cuerpo necesita quitarse el peso de encima, necesita liberar nuestra mente, por eso necesitamos contar nuestras cosas a alguien, algunas cosas que nos afligen o nos hacen felices.
Por eso necesitamos apoyarnos en algo, algo bueno que nos ayuda a sostenernos y continuar con menos carga, caminar un sendero menos espinoso, y es cómo podemos confiar, totalmente, en nosotros mismos para poder solucionar nuestros propios problemas…
Entonces, amigo confiar en alguien o en algo, no es malo. Necesitamos hacerlo para liberar nuestros sentimientos, y a ese algo o alguien lo llamamos DIOS, entonces Dios es bueno y DIOS SI NOS AYUDA Y SI NOS APOYA.
Saludos amigos y seguidores Steemians, Un abrazo.