El nacimiento o pecebre que ponemos en nuestra casa nos recuerda que nuevamente tendremos la oportunidad de mostrar nuestra verdadera esencia a los demás y a nosotros mismo.
La presencia del nacimiento en nuestra casa es muy importante, pues además de representar la natividad del niño Dios, simboliza una nueva vida que llegará a nosotros, un cambio que nos brinda la oportunidad de "volver a nacer" en amor y sabiduría.
Es importante haber reflexionando qué es lo que queremos de nosotros volver a nacer, pues tenemos la oportunidad de enmendar nuestros errores cada año es uno de los más grandes regalos que recibimos en estas fiestas.
buena reflexion amiga buen post