En Venezuela, se ha vuelto muy común las llamadas "colas". Ya no nos sorprendemos ante estas, es algo tan normal ver a diario cualquier cantidad de personas, esperando a ser atendidas, bien sea en un supermercado (que de súper solo queda el nombre), o para obtener algún otro tipo de bienes y servicios, ya que muchos ni siquiera nos molestamos, hasta hay quienes dicen que les encanta hacer las benditas colas, pues dicen que además de que ahí pasa de todo, se enteran de la vida de todo el mundo, en especial donde vivo, donde prevalece esa mentalidad de pueblo.
Particularmente, no es que me encante una cola, pero anteriormente me molestaba muchísimo tener que hacerlas, sobre todo porque nunca falta un abusador que quiera ponerse delante y hacerle mas larga la espera a una. Pero me cansé de estar pasando malos ratos, así que decidí tomármelo con calma (aunque debo decir que me cuesta un mundo).
Recientemente, estaba yo en un cafetín esperando a que la persona que estaba delante de mi cancelara para pasar, pues lógicamente era mi turno. Justo en ese momento, entra una mujer y se ha puesto delante de mi, yo la veía y no lo podía creer, pero bueno, ya yo me había prometido no molestarte ante esto, así que tranquilamente deje que se quedara ahí.
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Lo mas insólito de todo esto, es que la mujer en cuestión, volteaba, me veía y se reía, yo la veía y pensé "seguramente esta diciéndose: "todos los días sale un pendejo a la calle y hoy me lo encontré yo". Gracias a Dios prevaleció mi inteligencia emocional y me dije: "quien esta fallando es ella", no le di mayor importancia al incidente, afortunadamente la mujer pago rápido y enseguida lo hice yo.
Este tipo de situaciones la vivimos a diario los venezolanos, ya son parte de nuestra vida cotidiana. Hay personas que se enfrascan en discusiones, incluso hay quienes han llegado a la violencia física con resultados muy lamentables, ya que muchos se indignan ante estos abusos y reaccionan de esta manera. También están los que ya cansados de que los tomen por tontos, han decidido actuar igual, por eso el numero de abusadores se ha incrementado.
Solo una vez en mi vida incurrí en esto y no pretendo justificarme, pero había pasado no se cuantas horas de pie y veía que personas que estaban muchísimo mas lejos que yo compraban y yo no avanzaba, además de que no era primera vez que me quedaba sin comprar, ya que cuando ya llegaba mi turno, todo se había terminado.
Para mi, la experiencia fue terrible! La gente gritaba como loca, "esa no va ahí, ella estaba atrás" y yo le decía al funcionario encargado de organizar la cola "claro que si voy aquí". Logré comprar, pero eso si, jure nunca mas volver a hacer algo así! Mi conciencia me atormento como no tienen idea!
Por eso no entiendo como hay personas que hacen esto de manera recurrente y no les importa. Me duele muchísimo como el venezolano se ha dejado invadir por la miseria. Y no me refiero con miseria a la falta de recursos económicos, sino a la falta de humanismo, de solidaridad, de sentido común que debería prevalecer y que lastimosamente hemos perdido.
Se que muchos son llevados por ese instinto de supervivencia, porque aquí sobrevive el mas avispado, el mas tramposo y abusador. Pero por Dios, no podemos anteponer nuestros intereses a los intereses de los demás, en este momento, todos tenemos las mismas necesidades, no perdamos esa esencia humana que caracteriza al venezolano, que nos hace diferentes a los demás y de la cual nos sentíamos tan orgullosos. No es posible que esta crisis nos transforme en monstruos, rescatemos nuestra esencia.
buen post https://steemit.com/venezuela/@samuelduran28/presentacion