Al caer desde el cielo muy resplandeciente, estrellita una pequeña estrella del lado sur del cielo, manzana 45667 vivía aburrida de lo que sus padres todo el tiempo le decían, cansada de llevar una vida siempre igual y malquerida (como decía ella que era) decidió una mañana desprenderse del cielo y caer en la tierra donde comenzaría una nueva vida llena de amigos, otros padres, y lo que siempre quiso, hacer lo que quisiera.
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Sin medir donde sería su aterrizaje, solo disfrutó de la caída y al abrir los ojos era hermoso, brillante, con un olor particular y sobre todo podía ver el cielo desde otro ángulo.
Se paró y solo veía tierra, pues había caído en el desierto donde solo había .. tierra.
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Caminó por horas mirando la vegetación, solo tunas y tunas y mas tunas era lo que había en su andar, pájaros, uno que otro animal rastrero y quienes le acompañaban todo el camino, unas aves carroñeras que le sacaban conversación para saber de dónde venía semejante hermosura de criatura.
-Vengo del cielo, ahí estaba con mi familia, pero me cansé de que siempre me dijeran que hacer, cuando brillar, cuando moverme, cuando ir al colegio, cuando dormir, cuando salir, es algo insoportable, pero siempre veía la tierra y me parecía hermoso que un lugar con tanto colores estaba tan lejos y no podía visitar, ven no me pasa nada, y además tengo la suerte de tenerlos a Uds. aquí a mi lado para estar pendiente de mi, por si algo malo me pasara.
-Claro querida amiga, respondieron los carroñeros, nosotros estaremos aquí para protegerte.
Sin saber la pobre estrellita que ellos solo esperaban a que ella por el sol y el cansancio muriera para así poder disponer de su cena o desayuno.
Al llegar la noche estrellita brillaba intensamente, al caminar y medio agitar sus puntas se hacía más y más brillante como una gran bola de fuego.
A lo lejos esta vio un grupo de personas frente a su casa sentadas, quizás compartiendo después de una cena, a lo que estrellita empezó a agitar y gritar haciendo un ruido que era extraño al oído humano, corrió tanto que parecía una inmensa y gigantesca llamarada que se avecinaba a las personas que la veían desde lejos, muchos se pararon y salieron corriendo mientras otros buscaban agua para poder apagar a ese ser extraño que les venía a matar.
De repente empezaron a caerle baldes de agua fría y estos le causaban un gran dolor, poco a poco estrellita se fue apagando y cerró los ojos para no abrirlos más.
Moraleja… No hay nada mejor que el hogar, lleno o no de estrellas.
Muy buena reflexión. Gracias @mariu.espinoza por compartirla.
A ti por leerla @johanna66 un gran beso-