Siempre se nos dice que hay situaciones en la vida que son difíciles de afrontar o superar, esas que cuando las escuchas, te quedas paralizado haciendo la visión del desastre que podría convertirse tu vida.
Ayer como toda una mamá gallina me sentí en verdad nuevamente afortunada de tener a un hijo con síndrome de Asperger o Autismo de Alto funcionamiento.
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Desde hace más de 6 años me he dedicado a formar e informar a padres, docentes, estudiantes y a todo aquel que pueda preguntar y desee aprender sobre esto que llegó a mi vida y aun sigue aquí. He escrito un libro, he desarrollado charlas según el publico a quien va dirigido pero la que di ayer tuvo un toque muy hermoso.
Mi Elias de 10 años había hecho la introducción de algunas charlas para sus compañeros de clases, pero esta vez, tomó las riendas de la charla y como todo un catedrático empezó a hablar de autismo y de su experiencia, de lo que le gustaba y lo que no, de los que ha superado y lo que está trabajando.
No conforme con quitarme varios de los puntos que habíamos acordados que yo hablaría decidió darle nombre al taller "APRENDO Y VALORO A MIS COMPAÑEROS CON SÍNDROME DE ASPERGER", cosa que me impactó, aunque no debería por la capacidad de entender y saber cosas que no van con su edad.
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Y verlo ahí pensé, como pudo todo esto transformar mi vida hace 8 años, y hacer de mí una versión mejorada.
Al ver desde este angulo, pregunté.. ¿Que me pasó? que sucedió con todo? y me respondí... Es que vino una gran ola a arroparte, pero TU decidiste montarla, disfrutatela.. y llegué a la orilla .