Foto: Tarde-noche en Maracaibo. Zulia. Venezuela.
Cuando me persigno
estoy tocando las puertas del cielo.
Cuando te nombro, Padre Nuestro
te estoy pidiendo atención.
Cuando comienzo la oración
estoy hablando contigo.
Se que me oyes, que me respondes
me siento en paz, estas conmigo.
Y pensando en ti, y en lo que hiciste por mi
te pido solo un favor
ampárame bajo tu manto de paz,
de luz, de esplendor,
concédeme muchas fuerzas
para pasar la pruebas
que tu mismo me haces,
Señor, te tengo siempre presente
En mi mente, alma y corazón.