El pasado viernes, me junté con Miguel Ron en El Pulpo Gallego de Chacao, y luego de un par de cervezas, surgió el inevitable tema político, sobre el cual mi gran amigo arrojó algunas ideas tan esclarecedoras, que merecen ser compartidas con ustedes.
La pregunta fue: ¿Qué hay detrás de las negociaciones entre el gobierno (el de Maduro) con factores de la oposición distintos de Guaidó, de Voluntad Popular y la senil Mesa de La Unidad? ¿Cuál es la jugada de Fermín, Timoteo, Felipe Mujica y todas esas mini fracciones de la AN? ¿Simple divisionismo? ¿Ganas de joder? ¿Guisos, negocios, un puñado de dólares? La respuesta inicial fue: todo eso y algo más, lo que bautizamos, a la altura de la tercera ronda, como "El Modelo Pinochet."
1.- Imaginemos la influencia de las primeras damas de la revolución, ya conservadoras y pensando en el futuro de sus familias, presionando a sus maridos para que encuentren una jugada que:
a.- Les permita salir vivos de Venezuela.
b.- Les evite posibles juicios futuros (remember Milosevic) ante el Tribunal de La Haya.
c.- Les permita rumbearse los miles de millones de dólares legítimamente amasados mediante el duro trabajo y el sudor de sus frentes, sin scratching, incautaciones de mansiones ni bloqueos de cuentas o de tarjetas de crédito por parte del imperio.
2.- Cuba, Rusia, Bielorusia, China o Irán, son destinos poco atractivos para retirarse. Y el resto del mundo les está negado, eso ya lo han entendido.
Y entonces surge la salida Pinochet:
"¿Y si nos quedamos? ¿Y si abandonamos determinadas instituciones pero mantenemos el poder del dinero y de las armas para poder rumbearnos los dólares en Caracas y ciudades circunvecinas?"
Se puede disolver la ANC (que cumplió sus objetivos pero ya estorba a nivel de negociaciones internacionales), y aliados con estas minifracciones de la Asamblea Nacional, romper la mayoría absoluta de la oposición (o del gobierno de Guaidó, como usted prefiera), de modo que no puedan tomar decisiones trascendentales allí.
En realidad, salvo la elección de Guaidó como presidente de la AN y su posterior autojuramentación presidencial interina o encargada, en Chacao el 23 de enero del presente año, no han tomado ninguna otra, no porque no quieran, sino porque el ejecutivo se ríe de ellas.
Pero digamos, se puede nombrar un nuevo CNE, limpiar el REP, convocar a elecciones parlamentarias en el 2020, tratando de evitar a toda costa unas presidenciales, pero incluso si no queda otro remedio, para calmar a la cincuentena de países que aún apoyan a Guaidó, pues sí, unas presidenciales, todo ello negociado, con Mujica, Fermín, Timoteo, Ramos Allup y su combo como adalides de "la oposición."
El gobierno (el de Maduro) podría incluso entregar alguna cabeza de turco, para calmar a los perros de presa de la oposición, digamos, la de Alsaimi, que tiene nombre árabe, que no es precisamente pobre, y que ha sido vinculado por los yankees con los narcos y Hezbolá.
La negociación incluiría que Maduro, Padrino y Diosdado mantienen el control del ejército, de las armas, y que no se les persigue, no se les encarcele, ni se les toquen los denarios. ¿Se acuerdan de Pinochet? Bueno, por eso es que cuando trajeron la ración de chistorrras, ya habíamos bautizado el posible proceso en curso como "El modelo Pinochet."
"Muchachos, soltamos a un par de güevones, tipo Edgard Zambrano, dejamos que Franco Casella se escape de la embajada de México, y vemos cómo funciona, la vaina, digamos el globo de ensayo."
La objeción sería que la oposición talibana nunca aceptaría, preferiría mantenerse 20 años más como oposición, antes que renunciar a su sed de venganza.
A lo que los negociadores del pinochetismo venezolano argumentarían:
¿Tú que prefieres? ¿La venganza o tomar el gobierno (o parte de él, sin Maduro)?
¿Que los militares se les pueden voltear luego de una transición? A los militares les sabe a mierda la democracia o la justicia, y menos les interesa la venganza de los talibanes opositores.
Si pueden mantener sus negocios y sus $, pues bienvenida la transición pinochetiana.
Y conociendo a los venezolanos, luego de una transición, y teniendo Maduro y su gente (civiles y militares) tanta plata, pues dudo que haya juicio político, militar, penal o ético que prospere.
Cuando estás en el gobierno (autoritario), cualquier disidencia la puedes encarcelar. Cuando eres oposición con plata, compras al que te critique y te amenace con un juicio.
¿Aguantarían Timoteo, Ramos Allup, Felipe Mujica y sus secuaces un cañonazo de dólares para no enjuiciar desde el futuro congreso a Maduro y su combo?
La economía no se vislumbra como recuperable en el corto plazo, de modo que los dólares los seguirían teniendo en sus arcas los que saldrían del gobierno mediante una transición negociada.
Para que haya dinero nuevo, alternativo, se tendría que seguir el modelo de Pinochet, pero en la economía, crecer vertiginosamente con capitalismo, empresas, propiedad privada y competitividad, y mientras eso ocurre, pues capaz y ya se han muerto los enjuiciables.
O se podría recuperar la producción petrolera, que haya una guerra entre Arabia Saudita, apoyada por USA, contra Irán, y entonces se dispararía el precio del crudo... Demasiado hipotético esto último.
Claro, si se te acaban los reales, se acaban las amistades, la solidaridad y el apoyo político, eso lo aprendió Montesinos (tarde aprendiste, pajarito) en Caracas.
Y tú, ¿qué escoges? ¿La venganza o tomar el gobierno?
Nosotros no tomaremos el gobierno, pero sí otro trío de birras, en el mismo sitio, a la misma hora, y todo amigo que se quiera unir al diálogo, al análisis, y además brindar, pues será bienvenido.
Óscar Reyes-Matute y Miguel Ron, desde Chacao, Caracas.