Al salir de mi casa en la bicicleta y después de cierto tiempo de rodar, escucho de repente un gran grito ensordecedor "para que estoy mareada" era aquella araña que iba girando en el caucho y que suavemente cayó en su hilo a la calle, tratando de cruzar y cuando creía haber superado todo sin darse cuenta paso un carro y la aplastó.